Desarticulan una red criminal que quería introducir cocaína en España por una nueva ruta marítima con escala en Turquía
ESPAÑA
La operación se ha saldado con tres detenidos y la intervención 89 kilos de droga que se hallaban ocultos en varios domicilios de Madrid
17 oct 2025 . Actualizado a las 13:40 h.Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas y desarticulado una organización criminal que pretendía introducir grandes cantidades de cocaína en España, a través de barcos que salían de Ecuador y hacían escala en Turquía para ocultar el verdadero origen de la carga con un entramado de direcciones falsas.
Según ha informado este viernes la Dirección General de la Policía, la operación Lokum —desarrollada bajo la dirección de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional— ha permitido intervenir un total de 89 kilogramos de cocaína escondidos en cuatro domicilios de Arganda del Rey y Rivas Vaciamadrid (Madrid), además de una catana, un machete, dos coches, diez teléfonos, una baliza y un detector de balizas
La investigación se inició cuando los agentes detectaron que la organización, de alta profesionalidad y experiencia en el tráfico internacional de estupefacientes, había ideado un método para introducir un importante alijo de cocaína desde Ecuador a España, haciendo una escala intermedia en Turquía para ocultar el verdadero origen de la carga entre los miles de contenedores que llegan a los puertos españoles.
Gracias a la colaboración con los servicios aduaneros turcos, se logró localizar un contenedor sospechoso con destino final el Puerto de Barcelona, lo que motivó la intervención de la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional, que incoó las correspondientes diligencias de investigación, y dio origen a las diligencias previas del Juzgado de Instrucción número 10 de Arganda del Rey (Madrid).
Paralelamente, los investigadores identificaron un entramado de naves industriales que la organización utilizaba en España con el objetivo de ocultar el verdadero destino del contenedor. De esta forma, proporcionaban una dirección falsa al camionero encargado de retirar el contenedor del puerto, y nunca dejaban las naves vacías, manteniendo personas en su interior para detectar posibles vigilancias o controles policiales.