Un vocal progresista presenta su dimisión en el Poder Judicial tras romperse el consenso con los conservadores

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

ESPAÑA

El Consejo General del Poder Judicial, en una imagen de archivo
El Consejo General del Poder Judicial, en una imagen de archivo CGPJ | EFE

Fernández Seijo, miembro clave de este sector, manifestó a la presidenta del órgano de gobierno de los jueces su deseo de dimitir tras el desacuerdo celebrado en el pleno de este viernes

24 oct 2025 . Actualizado a las 13:56 h.

Ruptura total entre los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) un año después de comenzar el nuevo mandato tras salir del largo bloqueo institucional. José María Fernández Seijo, uno de los miembros clave del sector progresista, ha presentado su dimisión a la presidenta del órgano de gobierno de los jueces, Isabel Perelló, tras el desacuerdo en el pleno celebrado esta semana. 

La dimisión presentada llega después del acuerdo para la renovación de la Comisión Permanente, órgano ejecutivo del CGPJ, que hasta ahora contaba con tres vocales progresistas —Preciado, Esther Erice y Bernardo Fernández— y otros cuatro conservadores —Alejandro Abascal, Eduardo Martínez Mediavilla, Pilar Jiménez e Isabel Revuelta—, bajo la Presidencia de Perelló.

Ambos bloques, empatados teóricamente con diez consejeros cada uno, a los que se suma Perelló, acordaron verbalmente con la llegada del nuevo CGPJ en septiembre del 2024 que las comisiones se renovarían anualmente, pero manteniendo el equilibrio de poder, de modo que cuando un sector tuviera mayoría de miembros en una comisión, la presidencia de la misma recaería en el otro.

Ante esta situación, los vocales progresistas han sostenido que la decisión adoptada este jueves «reviste especial trascendencia institucional», ya que la renovación de las comisiones se trata de una decisión «estructural» y «determinante» para «el equilibrio interno y el correcto desempeño de sus funciones».

Los vocales progresistas recuerdan que durante el primer año de mandato, el Consejo había trabajado sobre reglas pactadas que aseguraban la representación razonable de las distintas sensibilidades, la distribución equilibrada de responsabilidades, la paridad y la transparencia.

Ese modelo —señalan— permitió un año de estabilidad institucional, más de 160 nombramientos judiciales y un clima de confianza inédito.

«Ese equilibrio se ha roto de manera abrupta y deliberada. La presidenta del Consejo, Isabel Perelló, ha impuesto un cambio de reglas que excluye a los vocales progresistas —que representan el 45 % del Pleno— y altera la base de cooperación que había presidido la etapa anterior», denuncian.

Consideran que el resultado no puede considerarse consensuado, ya que el reparto es «arbitrario y desequilibrado», y otorga al vocal Preciado una representatividad equivalente a la de un grupo propio, «quebrando cualquier regla mínima de equilibrio interno».