Lobato declara que cuestionó el origen «legítimo» del correo del abogado del novio de Ayuso que le llegó

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Juan Lobato, exsecretario general del PSOE Madrid, atiende a los medios en las inmediaciones del Tribunal Supremo.
Juan Lobato, exsecretario general del PSOE Madrid, atiende a los medios en las inmediaciones del Tribunal Supremo. J.J. GUILLÉN / EFE

La exasesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera no recuerda qué periodista le mandó el mensaje en el que González Amador pedía un pacto a la Fiscalía

06 nov 2025 . Actualizado a las 08:34 h.

El exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, hoy senador, declaró este miércoles en el juicio que se sigue en el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por la supuesta revelación de secretos de Alberto González Amador, novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, que nunca llegó a saber el origen del pantallazo que le enviaron el 14 de marzo del 2024 con el correo que en el que el abogado de González Amador reconocía dos delitos fiscales. Preguntado por si sus reticencias para utilizar ese correo en una sesión de control a Díaz Ayuso se debía a que suponía que procedía directamente de una filtración de la Fiscalía, negó que lo creyera, pero añadió que «por prudencia» exigió conocer el origen de esa información ya que «a nivel de imagen pública se puede interpretar que quien puede tener interés es la Fiscalía y que puede parecer que me ha llegado de ahí» y eso «no tenía sentido que pasara». 

«Quería saber si era legítimo»

«Quería saber si el origen era legítimo», declaró. «Lo intenté reiteradamente saber», insistió sobre el origen de ese pantallazo, pero no consiguió otra respuesta que la de que estaba «en los medios». Y no utilizó ese correo en el pleno de la Asamblea de Madrid hasta que este no fue publicado en el diario Elplural. Lobato justificó su decisión de acudir a un notario a registrar los mensajes que recibió «por criterio de prudencia y para que la verdad estuviera acreditada» y que hay dos correos distintos. «Uno es el que se publica en los medios y otro no. No tenía claro el origen de uno de ellos», indicó.

Lo que sí dejó claro es que él no conoce a nadie en la Fiscalía General del Estado y que «en absoluto» recibió esa información desde esta institución. Negó además haber recibido «instrucciones» de la Moncloa en este caso, aunque sí «recomendaciones y consejos». Preguntado por las llamadas que recibió del entonces secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, respondió que este le trasladó que Pedro Sánchez «iba a pedir a Feijoo la dimisión» de Ayuso. Y admitió también que su entonces director de gabinete en la Asamblea de Madrid, David del Campo, le dijo que «en Moncloa y en Ferraz quieren el máximo ruido y jaleo» sobre el correo de González Amador.

En la sesión de este miércoles también compareció Pilar Sánchez Acera, exsecretaria de política institucional del PSOE de Madrid y exjefa de gabinete del a su vez exjefe de gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, hoy ministro de Transformación Digital, en el que trabaja actualmente como asesora. La testigo, que fue la que envió a Lobato el mensaje en el que se incluía un pantallazo con el correo del abogado de González Amador en el que reconocía que se habían cometido dos delitos fiscales en el marco de unas negociaciones con el fiscal del caso, indicó que ella su vez lo recibió por parte «de un medio de comunicación». Pero aseguró que no recuerda «de qué medio era el periodista» que le realizó ese envío. Y que tampoco ha podido comprobarlo porque cambió de teléfono móvil al acceder a otro puesto de trabajo, por lo que tampoco dispone de los mensajes de WhatsApp que se cruzó ese día con Lobato, ya que los borró. Preguntada si recibió ese documento de la Fiscalía General del Estado y si conocía a alguien en ese organismo, Sánchez Acera dejó claro que no. «En absoluto», respondió. 

Sin implicación de Moncloa

«En ningún momento recibo ni tengo en mi poder el correo de 2 de febrero objeto de investigación. Recibo una imagen de un documento distinto», matizó, en respuesta a la acusación particular que ejerce el novio de Ayuso, ya que lo que ella recibió «no tiene ni quién envía ni destinatario ni fecha». Aunque el juez instructor del caso, Ángel Hurtado, estimó que García Ortiz había actuado siguiendo órdenes del Gobierno y que proporcionó a la Moncloa el correo de la defensa de González Amador admitiendo dos delitos fiscales, el presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, advirtió ante las preguntas en este sentido a los testigos que todo eso quedó «fuera del objeto de juicio» tras un recurso del fiscal general ante la Sala Penal del Alto Tribunal.

Juan Lobato, exlíder del PSOE madrileño, dimitió tras llevar al notario los mensajes que le mandó Sánchez Acera

Juan Lobato dimitió como secretario general de la federación madrileña del PSOE en noviembre del 2024. El exdirigente socialista declaró en su día que abandonaba el cargo para «poner freno a una situación de enfrentamiento y división grave» que se había originado en el partido al conocerse que había registrado ante notario el cruce de mensajes con Pilar Sánchez Acera, entonces jefa de gabinete del jefe de gabinete de Pedro Sánchez, Óscar López, que incluía un correo electrónico en el que figuraba el mensaje del abogado de Alberto González Amador, cuya filtración es hoy motivo del juicio contra el fiscal general del Estado.

Dos días después de dejar el cargo, declaró como testigo ante el juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado, que instruyó el caso. Lobato abandonó su puesto con reproches a la dirección del PSOE. «Sin duda mi forma de hacer política no es igual ni quizás en ocasiones compatible con la que una mayoría de la dirigencia actual de mi partido tiene», sostuvo en una carta enviada a la militancia, en la que denunció que era objeto de un «linchamiento» por parte de sus compañeros de partido tras conocerse su decisión de acudir al notario.

En diciembre del 2024, fue precisamente Óscar López quien fue proclamado secretario general del PSOE de Madrid en sustitución de Lobato sin que se presentara otros aspirante al proceso de primarias. López dijo entonces que se proponía dar la batalla a «la peor política», encarnada en la figura de Isabel Díaz Ayuso.