Las mordidas de los Pujol ocultas en Andorra llegan a juicio 13 años después
ESPAÑA
La defensa del expresidente catalán alega su precaria salud para tratar de eludir el proceso, que arranca este lunes
23 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Todavía a la espera de saber si Jordi Pujol se sentará en el banquillo, este lunes arranca en la Audiencia Nacional el juicio contra el presidente de la Generalitat y sus siete hijos acusados de urdir una trama corrupta que habría desviado y ocultado cientos de millones de euros en mordidas a empresarios catalanes a cambio de concesiones de obra pública. La vista es una de las más esperadas y dilatadas de la historia judicial española, con un azaroso camino salpicado de todo tipo de incidentes y maniobras de dilación. La causa se desarrolló en paralelo al proceso independentista catalán que puso en marcha su sucesor Artur Mas, luego defenestrado por los radicales de la CUP a cuenta del otro gran episodio de corrupción que puso contra las cuerdas al nacionalismo catalán, el del Palau de la Música, y sirvió para dilapidar el capital político acumulado por el hombre que gobernó Cataluña durante 23 años, haciendo de su capa un sayo.
A sus 95 años de edad, el exdirigente nacionalista ha superado un ictus, la muerte de su mujer, Marta Ferrusola, fallecida el año pasado, que se libró del proceso por demencia; y una neumonía que lo mantuvo ingresado en la clínica Sagrada Familia de Barcelona hasta el pasado viernes. Su presencia en Madrid en la primera jornada del juicio está del todo descartada: el tribunal lo someterá a un examen por videoconferencia para decidir si está en condiciones de seguir el proceso. Su defensa alega que el deterioro «físico y cognitivo» que padece le impide afrontarlo, por lo que solicita el sobreseimiento de la causa en lo que respecta a su persona, al no poder «defenderse válidamente, esto es, comprendiendo el objeto del plenario en su complejidad y asumiendo un rol dialéctico de defensa». Si la petición es rechazada, su abogado Cristóbal Martell ha pedido que pueda declarar y seguir la vista por videoconferencia desde su domicilio.
Corrupción en familia
Los Pujol Ferrusola están acusados de todos los delitos posibles para un caso de corrupción: asociación ilícita, blanqueo de capitales, falsificación de documento mercantil y delitos contra la hacienda pública. La Fiscalía Anticorrupción pide nueve años de prisión para el ex president, y penas que oscilan entre los ocho y los 29 años para sus descendientes. El hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola, se enfrenta a la pena más alta, 29 años, y su exmujer, Mercè Gironès, a otros 17. Además, diez empresarios se sentarán en el banquillo acusados de haber pagado comisiones ilegales que habrían engrosado las cuentas de la familia en Suiza y Andorra.
Bolsas cargadas de billetes
El caso arranca en el 2012, cuando la novia del primogénito denuncia en los juzgados de Barcelona que este viajaba a Andorra con bolsas cargadas de billetes de 500 euros en el maletero del coche. La investigación posterior reveló que todos los miembros del clan escondían grandes sumas de dinero en el país vecino, presuntamente relacionadas con mordidas que empresarios habrían pagado a cambio de favores de las administraciones catalanas. En la tarde del 25 de julio del 2014, una década después de abandonar la Generalitat, Pujol hizo temblar los cimientos de la sociedad catalana, a pocos meses de la consulta independentista del 9N, pistoletazo de salida del procés. En un comunicado remitido a la prensa, confesó que su esposa e hijos habían ocultado «en el extranjero» unos fondos procedentes de una deixa (legado) del abuelo Florenci. Con esta declaración, Pujol padre pretendía desviar la atención y tratar de justificar lo que ya era un secreto a voces. Según el auto del juez José de La Mata, «nos encontramos ante una asociación ilícita inicialmente y una organización criminal con posterioridad (teniendo en cuenta el cambio normativo que se produce durante el período) y no ante meros partícipes a título lucrativo, como en el recurso se califica a los restantes miembros de la familia, respecto de la actuación presuntamente lícita de Jordi P.F.». En la resolución que da respuesta a los recursos de los Pujol Ferrusola, la sección tercera de la sala penal de la Audiencia Nacional rechaza todas las alegaciones de los investigados y confirma todos los delitos por los que De la Mata propuso juzgar al clan.
El juicio será largo, tan largo como el medio centenar de sesiones previstas. Y acabará el 23 de abril del 2026: el día de Sant Jordi.