El PSOE se hunde y pierde 10 escaños, los de Abascal doblan resultados, Unidas por Extremadura mejora en dos diputados y a Guardiola le bastaría la abstención de Vox para ser investida
22 dic 2025 . Actualizado a las 11:06 h.El PP ganó este domingo las elecciones en Extremadura situándose en el segundo mejor de los escenarios que contemplaba, al obtener más votos y escaños que toda la izquierda. La candidata popular, María Guardiola, queda lejos de la ansiada mayoría absoluta, pero con 228.300 votos obtiene 29 escaños, uno por encima de los 28 que logró en el 2023, y un 43,2 % de los sufragios. Un resultado con el que a la candidata del PP le bastaría la abstención de Vox, que logra once diputados, para ser investida.
El PSOE se hunde y confirma las malas expectativas. Miguel Ángel Gallardo se queda en 136.017 votos, 18 diputados y un 25,7 %, perforando el suelo histórico de los socialistas en Extremadura, perdiendo diez escaños sobre el 2023, cuando el PSOE empató con el PP a 28 diputados.
Vox experimenta una fuerte subida, doblando sus resultados y situándose, con 89.360 votos, a poco más de 46.000 del PSOE, pero no logra que su voto sea imprescindible para la investidura de Guardiola, aunque venderá muy caro su apoyo.
Unidas por Extremadura, la coalición integrada por Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, mejora sus resultados del 2023, pero no recoge todo el voto perdido por los socialistas en estos comicios. Obtiene 54.189 votos, siete escaños y un 10,3 % con una candidatura en la que no se integra el Movimiento Sumar.
Guardiola anticipó las elecciones para no depender del partido de Santiago Abascal y, aunque no lo consigue, está en mejor situación que tras los anteriores comicios, ya que no hay alternativa posible de gobierno, ni siquiera aunque los de Santiago Abascal votaran en contra de la candidata popular. Si lo hicieran, Extremadura iría a nuevas elecciones. En el 2023 necesitó el voto a favor de Vox para alcanzar la investidura con 33 escaños.

El resultado supone el primer triunfo para el PP en un carrusel electoral que tendrá su continuidad con las elecciones en Aragón, Castilla y León y Andalucía en el primer semestre del 2026. La lectura en clave nacional es muy negativa para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El PSOE obtiene un resultado peor incluso del esperado, que complica sus planes de agotar la legislatura. En el PP, Alberto Núñez Feijoo ve corroborada en las urnas la tendencia al alza de su partido, aunque la necesidad de llegar a un acuerdo con Vox en Extremadura será aprovechada por Sánchez para alentar el temor a que Abascal acabe siendo vicepresidente del Gobierno tras las generales.
El bloque de la derecha alcanza el 60 % de votos en Extremadura
Antes de la etapa de Guardiola, el mejor resultado de los conservadores fue el 46,21 % obtenido en solitario por el popular José Antonio Monago en el 2011
El resultado de las elecciones confirma un giro ideológico histórico en Extremadura, un bastión tradicional de la izquierda, que ha gobernado en la comunidad un total durante 36 años desde la llegada de la democracia. En 2023, la derecha se impuso por primera vez con un 46,96 % de los votos frente al 45,88 % de la izquierda, representada por el PSOE y Unidas por Extremadura. Un resultado que ya anunciaba ese cambio de tendencia. Ahora, ese vuelco se ve catapultado, hasta el punto de que PP y Vox alcanzan juntos el 60 % de los votos totales.
El rotundo triunfo de la derecha en estas elecciones se debe al crecimiento del PP de María Guardiola, que pasa del 38,84 % del 2023 a un 43,15 % este domingo, pero también al fuerte impulso de los de Santiago Abascal que del 8,21 % de los anteriores comicios pasan a un 16,9 %.
Antes de la etapa de Guardiola, el mejor resultado de la derecha en Extremadura había sido el 46,21 % obtenido en solitario por el popular José Antonio Monago en el 2011. Entonces, no existía Vox y entre el PSOE e Izquierda Unida alcanzaron el 49,47 %.
Fuentes el PP nacional destacaban que Guardiola ha conseguido tres de los objetivos que se había marcado: superar el 40 % en porcentaje de voto; obtener más de 10 puntos de ventaja sobre el PSOE de Miguel Ángel Gallardo y ganar a la suma de toda izquierda en número de parlamentarios para depender menos de Vox. Respecto al cuarto, que era es escalar hasta los 30 diputados, se queda a un escaño de conseguirlo.
Con el mismo porcentaje de voto alcanzado este domingo en Extremadura, un 43,2 %, el PP lograría casi con seguridad, según los expertos, la presidencia en Castilla y León y en Aragón, próximos comicios a la vista.
Feijoo habla de victoria incontestable y dice que a Sánchez «se le cae el relato»
Ferraz evita la autocrítica e insiste en la amenaza de Vox, mientras que aliados como Rufián avisan de que «lo de que viene la ultraderecha ya no cuela»
Fran Espiñeira
La victoria de María Guardiola en Extremadura era esperada en el PP, aunque se quedó un poco más corta de lo previsto en los últimos días. Pese a todo, el líder de los populares, Alberto Núñez Feijoo, felicitó a su candidata por videoconferencia y luego escribió en X que la victoria había sido «incontestable». «Extremadura ha hablado y ha dicho que no quiere más sanchismo. Se cae el relato y el muro de Pedro Sánchez y el cambio en España está más cerca», indicó. Feijoo, por cierto, siguió el escrutinio con el líder aragonés, Jorge Azcón, el siguiente en acudir a las urnas, el 8 de febrero.
Miguel Tellado, secretario de organización del PP, habló del resultado extremeño como «una victoria histórica ante un PSOE que está en el chasis» y recordó que la derrota de los socialistas «señala directamente a Pedro Sánchez». «Aquí se presentaba un candidato que refleja el sanchismo en su máxima expresión, imputado por el enchufe del hermano del presidente», dijo.
El secretario de organización del PP apuntó que «la agonía electoral que viene a Sánchez y al PSOE es solo comparable a la judicial, porque hay millones de españoles esperando a votar y con un horizonte de ilusión».
Contención en el PSOE
La victoria en Extremadura también fue celebrada por los principales barones populares. Isabel Díaz Ayuso celebró que Guardiola «haya arrasado a la izquierda» y añadió: «Sánchez pierde cada vez que hay elecciones». El presidente andaluz, Juanma Moreno, indicó que el PSOE y Sánchez pagaron en estos comicios «el precio por la corrupción».
En Ferraz, la imagen era de decepción. Pedro Sánchez, según contó su candidato, Miguel Ángel Gallardo, le transmitió «ánimos» por teléfono. Y en X se limitó a decir que el PSOE «siempre será un garante de los derechos y los servicios públicos».
La número tres de los socialistas, Rebeca Torró, en una comparecencia sin preguntas, felicitó a Gallardo, aunque no hizo referencia a que el PSOE obtuvo en estos comicios el peor resultado de su historia en la región. Siguiendo el argumentario habitual, la secretaria de organización del PSOE atacó a Feijoo «por sembrar para que recoja la ultraderecha» y acusó a los populares de salir de las urnas «más rehenes de Vox».
Menos complaciente se mostró el portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián. «Sánchez no puede salir mañana a no decir nada o a decir que el PP peor: autocrítica o barbarie», dijo antes de advertir al PSOE: «Lo de que viene la ultraderecha ya no cuela: cuando la gente no tiene futuro vota pasado (aunque sea inventado)». Por su parte, la vicepresidenta Yolanda Díaz optó por el silencio.
En la sede de Vox la euforia por duplicar sus votos en Extremadura también podía palparse. Santiago Abascal, muy presente en la campaña, felicitó «al verdadero ganador de las elecciones», Óscar Fernández Calle, su candidato, y dijo de Vox que fue «el verdadero triunfador».
Abascal exigió respeto a los votantes de Vox y dijo que no serán «invisibilizados ni traicionados», y acusó a «la mafia del Peugeot y a los que aplican las políticas socialistas», en referencia al PSOE y el PP, de «hacer la guerra sucia» contra su partido.