Más de 100 voluntarios retiraron 155 kilos de residuos en Nigrán durante la primera jornada de 2025 de este programa impulsado por Banco Santander
La Playa de Patos, en el municipio pontevedrés de Nigrán, fue el escenario elegido para dar el pistoletazo de salida a la nueva temporada de Santander Natura, el programa de voluntariado ambiental promovido por Banco Santander en España. La cita tuvo lugar el pasado 3 de junio y reunió a más de 100 voluntarios —empleados de la entidad, sus familias y miembros de la asociación AMICOS— con un objetivo común: limpiar el entorno natural y contribuir a la concienciación sobre la importancia de preservar la biodiversidad.
Durante la jornada se lograron retirar 155 kilos de residuos del arenal, en una actividad que combina acción directa sobre el medio ambiente con sensibilización social y trabajo inclusivo. La asociación AMICOS, que colabora estrechamente con personas con discapacidad intelectual, volvió a ser un socio clave en esta edición, sumándose una vez más a las tareas de limpieza y concienciación.
Un programa consolidado que crece cada año
Desde su creación en 2019, Santander Natura ha ido ampliando su radio de acción por todo el país, con actividades como la reforestación de zonas boscosas, la limpieza de playas y riberas fluviales, así como la instalación de cajas nido para aves en distintos hábitats. Este año 2025, el programa ya ha superado las 40 intervenciones en distintos puntos del territorio nacional.
En total, desde su puesta en marcha, han sido miles los empleados del banco que, junto a sus familias y diversos colectivos sociales, se han implicado de forma voluntaria en esta red de acciones repartidas por todo el país. A través de ellas, se busca no solo mejorar las condiciones de espacios naturales concretos, sino también generar una cultura de respeto medioambiental entre la ciudadanía, comenzando por los propios trabajadores de la entidad.
Una estrategia alineada con los ODS
El programa forma parte de la estrategia de sostenibilidad y voluntariado corporativo de Banco Santander, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, especialmente en lo que respecta a la acción por el clima, la vida submarina y la vida en los ecosistemas terrestres. A través de Santander Natura, se fomenta el contacto directo con la naturaleza, el trabajo en equipo y la corresponsabilidad ambiental.
Una de las singularidades del programa es su enfoque transversal: las actividades no solo se centran en el impacto ecológico, sino también en la participación inclusiva, el uso de materiales reciclados y la educación ambiental. En muchas ocasiones, las limpiezas o plantaciones van acompañadas de talleres dirigidos a niños y jóvenes, con el objetivo de sembrar conciencia desde edades tempranas.
Próximas paradas: de Canarias a Asturias
Tras la jornada inaugural en Nigrán, Santander Natura continuará su recorrido por otros enclaves naturales del país a lo largo del mes de junio. Madrid, Zaragoza, Burgos, Santander, Asturias o las Islas Canarias, entre otros destinos, son algunas de las localizaciones donde el voluntariado tomará el relevo para seguir contribuyendo a la protección del entorno. En cada uno de estos lugares, se repetirán las acciones de recogida de residuos, reforestación o sensibilización, adaptadas a las características de cada ecosistema.

Además, el programa cuenta con embajadores como la nadadora olímpica Mireia Belmonte, que ha prestado su imagen y su compromiso a esta causa, reforzando el vínculo entre deporte, salud y medioambiente.
Una apuesta global por los océanos
Paralelamente, la Fundación Banco Santander impulsa el proyecto Santander for the Seas, centrado en la conservación y recuperación de hábitats marinos y especies singulares de mares y océanos. Esta iniciativa complementa el trabajo de Santander Natura desde una vertiente más científica y de colaboración con instituciones dedicadas a la investigación marina.
Con este tipo de acciones, Banco Santander refuerza su compromiso con la sostenibilidad no solo como una prioridad corporativa, sino como una responsabilidad compartida. Y lo hace poniendo el foco en lo local, en lo tangible y en la participación activa de las personas, que son las verdaderas protagonistas del cambio.
La jornada en la Playa de Patos no fue solo una acción puntual de limpieza, sino un símbolo del esfuerzo colectivo necesario para preservar nuestros ecosistemas. Un paso más hacia un futuro más limpio, más consciente y más comprometido con el planeta.