La tensión derivada de los malos resultados obtenidos en las elecciones del domingo comienza a aflorar de manera evidente en Esquerra Republicana de Catalunya y dos de los máximos exponentes de la formación se enzarzaron ayer en un cruce de declaraciones.
El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, vinculó la salida del secretario general de la formación, Joan Puigcercós, del Gobierno catalán únicamente a la pugna que se vive en el partido por su liderazgo, y le ha avisado de que «no se puede al mismo tiempo hacer de gobierno y de oposición».
En una entrevista en TV3, Carod destacó sus resultados cuando fue candidato en las últimas dos elecciones autonómicas y en las generales del 2004, y reprochó a Puigcercós que no le informara de su decisión de abandonar el Gobierno antes que al presidente de la Generalitat, José Montilla.
Consideró que «a veces algunos dirigentes de ERC proyectan una imagen que no es la adecuada» y afirmó que la salida de Puigcercós del Gobierno catalán «es una opción personal», para añadir: «Ni tiene que ver con el Gobierno ni con el resultado de las elecciones».
Respuesta en la despedida
La respuesta a las palabras del presidente de Esquerra llegaron por boca del propio secretario general del partido que en su despedida como consejero de Gobernación en la sede de este departamento, aseveró que, además de por los resultados electorales, su decisión de dejar el Ejecutivo catalán es «personal, solo faltaría», si bien fue «ratificada» por la ejecutiva de ERC.
Asimismo Puigcercós ha insistió en que con su abandono del Gobierno catalán pretende «beneficiar» a la formación republicana tras el descenso en escaños en las generales, así como «estabilizar» al Ejecutivo catalán.
La crisis en el seno de Esquerra ha repercutido en el tripartito que dirige la comunidad autónoma, aunque el presidente catalán, José Montilla, cree que la estabilidad y unidad de su Gobierno no están alterados «lo más mínimo» por la marcha del consejero y secretario general de ERC, una salida que ha lamentado, pero que, entiende, no pone en tela de juicio el pacto catalán de legislatura.
Mientras tanto, el secretario general de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Artur Mas, aprovechaba la situación para afirmar ayer que su proyecto de «casa grande del catalanismo» tiene «más que nunca» abiertas sus puertas, en plena crisis interna de Esquerra Republicana.