Medicina al servicio de la psoriasis

D. Vázquez / M. Otero

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La psoriasis es una patología de la que se diagnostican unos 4.000 casos al año en Galicia. Además de los avances de los últimos años en los tratamientos biológicos, el arsenal terapéutico para tratar esta enfermedad se completa ahora con nuevos medicamentos orales para mejorar los casos moderados-severos.

15 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El día 29 de octubre se conmemora el Día de la Psoriasis, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, no contagiosa, que tiene base hereditaria y se asocia con el desarrollo de otras patologías como puede ser el síndrome metabólico, hipertensión, obesidad, enfermedades autoinmunes, psiquiátricas y gastrointestinales. Además, quienes la padecen pueden verse afectados en su calidad de vida por baja autoestima, traumas emocionales y estigmatización con mayor frecuencia que el resto de la población. La incidencia mundial de la psoriasis está entre el 2 y el 4% de la población, y en España se estima que se diagnostican 14 casos nuevos cada año por cada 100.000 habitantes, lo que supone unos 4.000 casos en Galicia. «De ellos 1.200 (el 30%) serán una forma de psoriasis moderada o grave», explica Hugo Vázquez Veiga, jefe del Servicio de Dermatología de la Xerencia de Xestión Integrada de Santiago, presidente de la Sección Gallega de la Academia Española de Dermatología y Venereología y de la Sociedad Galega de Dermatoloxía Médico-Cirúrxica e Venereoloxía.

Los avances en los tratamientos han sido una tónica constante en los últimos años, donde han aparecido novedades para los casos graves y también medicamentos orales para tratar la psoriasis moderada-severa, como el que comercializan los laboratorios Celgene, que quiere contribuir, con este artículo, a la difusión de la información sobre la enfermedad coincidiendo con la celebración del Día de la Psoriasis. A medio camino entre las terapias convencionales y las biológicas, el apremilast supone una alternativa novedosa como paso previo a los tratamientos biológicos.

Evolución

En cuanto a la situación de la enfermedad, el análisis que realiza Hugo Vázquez Veiga es que «la asistencia en general en Galicia al paciente psoriásico es buena, pero también significativamente mejorable». Destaca que «hoy existen tratamientos muy eficaces para la psoriasis y los pacientes gallegos se benefician de ellos, pero su elevado consumo de recursos hace que se limite su uso a pacientes graves, mientras que la psoriasis leve diríamos que está “atascada” en su tratamiento», aunque sí son destacables los avances para la psoriasis moderada-grave. Remarca que desde el complejo de Santiago se intenta desde el siglo pasado dar una atención integral al paciente psoriásico, con una apuesta por la investigación, lo que los llevó a ser pioneros en fototerapia y posteriormente en integrar en su arsenal terapéutico los nuevos tratamientos biológicos. «Este tipo de tratamientos han cambiado la calidad de vida de nuestros pacientes con psoriasis grave, valga como ejemplo que la unidad de hospitalización más importante en Galicia ha sido la del hospital de Santiago y lo sigue siendo y hoy el número de camas se ha reducido drásticamente a menos de la mitad, y los pacientes psoriásicos rara vez ingresan por su enfermedad, lo que da una clara perspectiva de la mejoría en la atención», reflexiona.

Investigación

Mientras, Eduardo Fonseca, jefe del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, coincide en destacar los avances en terapias biológicas, en las que trabajan, además de participar en estudios de carácter genético, entre otras líneas de investigación. «Aunque habíamos hecho cosas previas, las investigaciones se han realizado en los últimos doce años», indica Fonseca. En este período han presentado numerosos trabajos que van desde los que analizan los factores genéticos que predisponen a desarrollar psoriasis, hasta los que estudian el riesgo cardiovascular, el síndrome metabólico o la calidad de vida que ofrecen los diferentes tratamientos, e incluso la importancia del nivel de fármacos en la respuesta.

«Sobre la enfermedad se ha avanzado en estas nuevas líneas de tratamientos biológicos, que han supuesto una revolución, no solo en la psoriasis sino en muchas enfermedades», considera, y remarca que suponen «un cambio radical en el tratamiento de pacientes graves». Si bien reconoce que la prevalencia no ha variado, considera que los cambios en los hábitos de vida han llevado a muchos más pacientes a demandar tratamientos nuevos que mejoren su calidad de vida.

Una unidad de premio

Por su parte, Maite Abalde, de la Unidad de Psoriasis del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario de Pontevedra, destaca los diez años de vida que tiene esta unidad formada por «médicos, enfermeras, auxiliares y administrativos que de forma conjunta trabajan ofertando a cada paciente las medidas terapéuticas que más se adaptan a su situación particular; considerando al paciente como una unidad que requiere atención tanto en la esfera de la salud física como en la emocional o la psicosocial». Se centran en «las líneas de trabajo más actuales en psoriasis con un abordaje multidisciplinar e individualizado para cada paciente».

Esta unidad ha participado en los últimos años en ensayos clínicos internacionales que han permitido poner a disposición de sus pacientes nuevos tratamientos. «Los tratamientos biológicos vienen en la última década a sumarse a nuestro arsenal terapéutico y han mejorado mucho la calidad de vida del enfermo psoriásico; pero no podemos olvidar por ello otros tratamientos más clásicos pero igualmente útiles como la fototerapia, ampliamente usada en nuestra unidad», comenta Abalde, que admite que se encuentran muy orgullosos de haber recibido por dos años consecutivos el premio BIC de ámbito nacional a la mejor Unidad de Psoriasis, que reconoce la excelencia en la atención prestada.

Colaboración

Ander Zulaica, jefe del Servicio de Dermatología del Complejo Hospitalario de Vigo, defiende, por su parte, los buenos resultados que les está dando la apuesta por la primera consulta en Galicia con el Servicio de Reumatología para tratar la psoriasis. «Nos aclara mucho la postura a seguir de un paciente que tiene síntomas de ambas especialidades», puntualiza, y cifra en un 10 % de los pacientes los que tienen alguna afección articular, aunque no todos pasarán por ambas especialidades. Reconoce que el principal reto sigue siendo controlar la inflamación de la piel porque repercute directamente en la calidad de vida en las formas moderadas o severas de la enfermedad, que cuentan con nuevos y eficaces tratamientos en el mercado. «Para la psoriasis hay numerosos tratamientos, y cada vez mejores, pero hoy por hoy no tiene curación, por su base genética y porque tiene un desencadenamiento multifactorial», indica, y detalla también que la escalada en los tratamientos ofrece ahora «alternativas seguras y altamente eficaces» y «todos los pacientes consiguen un control de la enfermedad».