Los padres de una niña que en diciembre del 2006 tenía 30 meses, nacida con síndrome de Down, reclamaron ayer 6.000 euros de indemnización a la aseguradora médica Sanitas porque no admitieron a la niña cuando acudieron para inscribirla en la compañía. Candela, que así se llama, se encuentra asegurada actualmente en otra entidad médica privada pero sus padres demandaron a Sanitas por considerar que fueron víctimas de publicidad engañosa y los derechos fundamentales de la niña fueron violados.
La vista oral en juicio civil se celebró ayer en el Juzgado de Primera Instancia número 5. La representante del Ministero Fiscal que intervino no secundó la posición de los padres, aunque reconoció que pudo haber obstruccionismo por parte de la aseguradora, sobre todo en sus oficinas de A Coruña.
En cuanto a la publicidad engañosa, la fiscal sugiere que tiene otro encuadre legal a la hora de promover una reclamación por motivos relacionados con este asunto, por lo que tampoco apoyó el criterio del abogado de los padres.
Colaboración
La compañía, por boca de su letrada, insistió en que dedican importantes recursos a ayuda a discapacitados como es el equipo paralímpico y que en mayo del 2007 firmaron un acuerdo de colaboración con Down España, que es la federación de asociaciones de padres de niños nacidos con el síndrome.