El incremento durante el pasado ejercicio de las cifras de tráficos de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao se ampara, en buena medida, en el siempre pujante capítulo de los graneles sólidos, en los que el carbón de importación de Endesa ha jugado, de nuevo, un papel determinante.
Los números apuntalan esta afirmación. Tal y como ha informado la compañía, en el 2008 el movimiento de hulla subituminosa desde su terminal en los muelles interiores creció casi un 31% con respecto al ejercicio anterior, superándose, en cifras redondas, los 3,8 millones de toneladas. Fue el año de mayor actividad desde que la empresas iniciase en 1994 estas importaciones.
El 75% de ese granel vino procedente de Indonesia, mientras que el resto llegó desde Estados Unidos. En ambos casos fue por vía marítima. Para ello se utilizaron un total de 56 buques, 54 de los cuales fueron de la clase panamax, con capacidad de hasta 65.000 toneladas de carga. Los dos restantes se corresponden a la denominada clase cape, de más de 150.000 toneladas de capacidad en sus bodegas. Serán este tipo de mercantes los que, mayoritariamente, pase a recibir la empresa cuando ponga en servicio su nueva terminal descargadora de la dársena exterior.
La vía terrestre
La práctica totalidad de ese carbón fue transportado desde Ferrol a la central de As Pontes por carretera, para lo que se hicieron necesarios un total de 135.000 viajes de camión. El mes de mayor actividad acumulada de todo el 2008 y, por extensión, de la historia de las descargas portuarias de hulla subituminosa de Endesa fue el de julio, cuando se descargaron algo más de 512.000 toneladas.
El incremento de esta actividad portuaria se explica por el abandono definitivo del uso de lignito en la unidad de producción térmica de As Pontes. Este cambio de combustible requirió una inversión de 230 millones de euros en la central y ha permitido reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 17% con respecto a las de 1990, el año de referencia para el Protocolo de Kioto. Este celo medioambiental, siempre según la firma, se aplica también en las operaciones portuarias, avaladas por la certificación ISO 14001 y la verificación EMAS, renovadas para la terminal de Ferrol en el 2008.