Salvo catástrofe, el suministro de agua está garantizado en los concellos de la ría para lo que queda de verano. La causa: la abundancia de lluvias del pasado mes de julio, que deja un balance poco habitual en los registros del embalse de As Forcadas, en Valdoviño, que surte de agua a Ferrol, Narón, Fene, Ares, Mugardos y, casualmente, a Neda.
Según datos de la Confederación Hidrográfica de la cuenca del Miño-Sil, el acuífero valdoviñés, el único en la zona que está orientado al suministro, se encuentra al máximo de su capacidad. Eso es siete puntos porcentuales por encima del registro medio en los meses de agosto de los últimos siete años, que se encuentra en el 92,68% del total de su capacidad.
Fruto, por una parte, de la drástica reducción del consumo de agua debido a la mejora de las redes de suministro, y también motivado por los atípicos veranos de los últimos años, el balance de situación del embalse valdoviñés arroja resultados por encima del 97% desde el 2007, cuando también se rozó el lleno absoluto de la cuenca. Mientras que en los ejercicios anteriores los datos apenas alcanzaban el 90% desde el 2003.
Si bien As Forcadas es el único centro de captación de agua destinada eminentemente al consumo humano, ese embalse es solo una pequeña porción de los depósitos artificiales generados por la mano del hombre en los ríos de la zona. Cuando el de Valdoviño apenas alcanza una capacidad de 10.000 millones de litros (9,89 hectómetros cúbicos, más detalladamente), solo el río Eume genera dos embalses que suman casi 156.000 millones de litros, entre el de A Ribeira, a la altura de As Pontes, y el de A Capela.
Ambos acuíferos pertenecen a explotaciones hidroeléctricas gestionadas por la firma Endesa, y las lecturas históricas de los dos para los meses de agosto ofrecen resultados bien distintos.
La principal masa de agua de la zona, el embalse del Eume (entre los términos municipales de As Pontes y A Capela, suma una capacidad de 123 hectómetros cúbicos), también alcanzó este año un registro atípico. Entró en el mes de agosto al 96% de su capacidad, casi diez puntos por encima de la media para ese mes de los últimos siete años.
Se mantiene en el 88% el estanque pontés de A Ribeira que, cuando los otros dos registran los mejores datos desde el 2003, este se sitúa siete puntos por debajo del nivel alcanzado en agosto del 2007, cuando rebasaba el 95% de su capacidad, que ronda los 33 hectómetros cúbicos (o lo que es lo mismo, los 33.000 millones de litros). La media para los últimos siete años en A Ribeira apenas supera el 80% de ocupación.
Por lo general, las lecturas de los últimos siete meses de agosto, incluido este del 2009, no causan preocupaciones sobre el estado de salud de las cuencas que cruzan la zona. De hecho, el peor verano para As Forcadas fue el del 2004, cuando el volumen de agua acumulada era del 85%. En el caso del río Eume, por una parte, A Ribeira llegó a caer, en el 2003, hasta el 65% de su capacidad; y comparte año en su peor registro con el embalse de A Capela. El mayor estanque de la zona se situó entonces por encima del 82%.
Más que en invierno
Pero lo atípico de la situación actual se pone más de relieve si se compara la situación de las presas en agosto con la que había en enero de este mismo año. Por raro que pueda parecer, en la actualidad hay más reservas de agua en los embalses de la zona que al comienzo del 2009, en plena estación invernal, con variaciones que van del 15% menos en As Forcadas a menos del 1% en A Ribeira.