El sentido Ferrol-Vilalba de la AG-64 lleva 13 días cerrado en San Sadurniño

Antón Bruquetas FERROL/LA VOZ.

FERROL

24 jun 2010 . Actualizado a las 12:54 h.

Ya han pasado 13 días desde que la Xunta decidiese cerrar al tráfico el sentido Ferrol-Vilalba de la AG-64 para realizar trabajos de reparación en la calzada, a la altura del municipio de San Sadurniño. En concreto, en el viaducto que se encuentra ubicado entre los puntos kilométricos 21.200 y 21.900 de este vial. Allí, según indican fuentes oficiales del Gobierno gallego, los técnicos del departamento autonómico detectaron un problema en las juntas de dilatación de la estructura del puente y «para garantizar la seguridad de los usuarios» decidieron cortar la circulación.

Inicialmente los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas declinaron fijar una fecha para la reapertura de la vía de alta capacidad que une la comarca de Ferrol con la provincia de Lugo y ayer fuentes oficiales del departamento que dirige Agustín Hernández, consultadas en varias ocasiones por La Voz a este respecto, tampoco consiguieron aclarar cuándo podrán volver a circular los vehículos por la calzada.

En este sentido, explicaron que la reapertura de ese tramo de la carretera «no se producirá esta semana, ya que está previsto que a lo largo de la misma continúen las tareas de reparación». Por el momento, la circulación continúa desviada por la antigua carretera comarcal AC-861, que pasa por la localidad de Igrexafeita, en el término municipal de San Sadurniño.

Sin notificación oficial

Por su parte, el alcalde de este concello, el nacionalista Secundino García, aseguró ayer que tampoco había recibido notificación oficial alguna sobre en qué fase se encuentran las obras que está ejecutando la Xunta en la autovía AG-64 en el sentido Ferrol-Vilalba.

¿Qué riesgos para los conductores se eliminan con esta intervención? Lo que sí explicaron desde la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas es que «las deficiencias en la junta de dilatación del viaducto podrían provocar una variación en las alturas de la calzada, lo que significaría un grave riesgo para la seguridad del tráfico». Sin embargo, los técnicos de la Xunta confirman que este salto de nivel no se llegó a producir y que la ejecución de las obras se llevan a cabo «por precaución».

Desde el Gobierno gallego se felicitan de que los mecanismos de control de la vía de alta capacidad hayan funcionado, «tal y como estaba previsto», para detectar estos fallos en la estructura de la calzada. Unos problemas que todavía no están subsanados.