Se acabó lo que se daba. La fiesta del percebe de Meirás ya se ha terminado y no deja tras de sí más que un puñado de cáscaras. La tarde de ayer fue todo un éxito de asistencia, superando incluso las 4.000 personas de la edición pasada, según el presidente de la asociación de mariscadores que organizó el evento, Roberto Horjales, quien comenta que después del paso obligado a la hora de comer, la gente se fue a la playa y, a última hora de la tarde, se acercaban de nuevo a la carpa instalada en el campo do Porto para «volver a acuncar».
El buen tiempo acompañó y los asistentes pudieron disfrutar de la gastronomía en un ambiente inmejorable. Alrededor de 800 kilos de percebes repartidos en 1.500 raciones, acompañadas de churrasco. A cinco euros los moluscos y seis la carne, «todo muy económico», asegura Horjales.
El objetivo de la organización era dar a conocer el producto, que la gente viera la calidad del percebe de la zona. Y lo han conseguido.
La fiesta ha resultado todo un éxito y a las 20.00 horas los asistentes seguían bailando. «El ambiente mejora cada año y eso es lo bueno», sentencia.