Los participantes en el Foro Voz advierten del riesgo de quedarse atrás frente a otros países
16 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Es una industria centenaria, con una importancia vital para mantener el pulso económico de Ferrolterra, pero en las tres últimas décadas ha estado sujeta a decisiones políticas que han marcado su cada vez mayor adelgazamiento. La crisis económica, los recortes en los presupuestos de las Armadas de medio mundo y un cambio en el mercado, que demanda más proyectos de diseño de buques para construirlos en los países compradores y no en los vendedores ha venido a agravar en el último lustro la situación de los astilleros públicos de la ría, acuciados por una crisis sin precedentes. En este diagnóstico coincidieron los participantes en el primer Foro Voz organizado por el Grupo Voz en Ferrol el pasado jueves, en colaboración con el Concello de Ferrol, la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal (Cofer) y la Asociación de Empresarios Ferrolterra. La sede de la Fundación Novacaixagalicia fue el escenario elegido para la celebración de la jornada, en la que expusieron sus opiniones sobre el sector el alcalde de la ciudad, José Manuel Rey Varela, los presidentes de la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal (Cofer) y de la Asociación de Empresarios Ferrolterra (AEF), Isidro Silveira y José Ramón Franco, respectivamente, el decano del Colegio de Ingenieros Navales y Oceánicos de Galicia, Luis Carral, el portavoz del comité de empresa de Navantia Ferrol, Ignacio Naveiras, y el secretario de la Federación del Metal de la CIG, Vicente Vidal.
Pese a las circunstancias adversas, el naval de la ría ha logrado posicionarse entre los primeros puestos a nivel internacional tanto en la construcción de buques militares como en la reparación de todo tipo de navíos, pero cunde la impresión entre los representantes políticos, empresariales y sindicales de la comarca que se están dejando perder capacidades, mientras otros países optan por potenciar sus astilleros. El veto a la antigua Astano, la exclusión de la fábrica de Turbinas del sector eólico y la falta de nuevas inversiones en Reparaciones son algunos de los ejemplos.
«Temos os mellores asteleiros do mundo, facemos productos moi caros e Armadas importantísimas veñen a encargarnos barcos a Ferrol, pero levamos décadas arrastrando unha situación na que pouco a pouco nos comen terreo e temos potencialidades que non se están a aproveitar», subrayó Ignacio Naveiras.
Silveira, que además de presidente de Cofer es empresario del sector con negocios en Latinoamérica, asegura que las visitas al mercado exterior les están demostrando que «hay muchos países que están haciendo grandes inversiones en un sector que nosotros estamos dejando escapar». Y añadió: «Navantia tiene unas capacidades tremendas, y existe una estructura que le acompaña, las empresas auxiliares, que tienen un conocimiento que no se puede desaprovechar».
El regidor ferrolano insistió en que «el Estado no puede abandonar a su suerte al naval ferrolano», aunque reclamó un cambio de gestión del sector, con una visión integral de todas sus capacidades y reforzando su marca en el mundo.
Pérdida de peso en Europa
Luis Carral enmarcó la pérdida de papel de la industria naval española en el conjunto de Europa, que ya solo representa el 5,4% del mercado mundial, frente al apabullante dominio asiático. «Si no estamos en punto crítico, estamos muy próximos a él», afirmó Carral, en alusión a la crisis de pedidos por la que atraviesan las factorías públicas, aunque señaló el buen momento del mercado de reparaciones.
Vicente Vidal lamentó la falta de decisión política de Gobiernos de todo signo con las plantas locales y criticó algunas medidas que las perjudicaron frente a factorías de otras zonas.