«Sé que me pierdo cosas, pero siento que disfruto más del tiempo libre»

La Voz

FERROL

17 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La tele me hacía perder mucho tiempo, que de esta forma puedo dedicar a otras cosas (aficiones diversas); para un programa de calidad que encuentro hay un 95 % de productos que no me interesan en absoluto. Además, tiene un efecto narcótico y acabas atontado haciendo zapping, sin enterarte de nada», asegura Bernardo, que junto con su pareja Isabel carecen de televisor en casa, y tan felices. «De algo tienes que prescindir, por una razón muy simple, el tiempo es limitado y el poco que tengo libre quiero aprovecharlo. Hace más de 20 años que vivo sin televisor. Es la renuncia que menos me ha costado. Empecé en el piso de estudiantes porque una compañera era teleadicta y decidimos que la mejor manera de solventar el problema era sacar la tele de casa. Funcionó. A ella la recuperamos para la vida social (podíamos jugar al trivial o ir al cine sin preocuparnos de apurar por su serie favorita) y las demás nos dimos cuenta de que nos reíamos mucho más sin ese soniquete de fondo. A partir de ahí, la tele desapareció de mi vida», explica así Isabel los motivos por los que prescinde de la tele. «Sé que me pierdo cosas y hay temas de los que no puedo hablar, como esas series ?tan fantásticas? con esas tramas ?increíbles? y formalmente perfectas. Pues no, no he visto ni ?CSI? ni ?Mad men?... ni siquiera ?Twin peaks?, el siglo pasado...», añade. «Y me compensa, leo más y siento que disfruto del tiempo libre con más libertad. Y cuando puedo, pues voy al cine o veo una película en casa (con proyector y pantalla ?gigante?), es mi único lujo...», afirma divertida.