El bazar de las piedras y las conchas echa el cierre por jubilación

Bea Abelairas
BEA ABELAIRAS FERROL / LA VOZ

FERROL

ángel manso

María de los Ángeles González abrió este local hace 20 años cuando su marido, radiotelegrafista, dejó la Marina Mercante

30 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

María de los Ángeles González Casal abrió el bazar de regalos Rey hace dos décadas, cuando contaba cuarenta años y casi tenía a su hijo criado: «Mi marido era radiotelegrafista de la Marina Mercante y se quedó sin empleo, porque lo suyo desapareció, así que optamos por invertir en esto, porque yo era muy aficionada a la decoración», cuenta una comerciante con tradición familiar y que forma parte de una generación de tenderos bien asentados en el centro. «Gente como Amador o calzados Pepe Rodríguez, que este año echa el cierre también, somos de una generación», dice. Ella podría seguir diez años más para obtener la pensión total, pero prefiere plantarse ahora, aunque los números no sean los más propicios.

«Incluso me restan algo de la pensión de mi marido, que murió hace cinco años ya, pero creo que es el momento, aunque a veces me da miedo lo que suceda después de junio», reconoce ante su hermana, que le da el mismo consejo que su hijo: «Pues hacer bolillos, viajar, ir al gimnasio... Recuperar la vida que hacías antes». Ese antes fue hace 20 años durante los cuales María de los Ángeles se ha hecho con una legión de clientes y ha aportado ideas de decoración para familias enteras. Los productos de cristal son los que más ha despachado y también se ha encargado de muchos regalos de empresas y colegios. «Todo eso ha descendido mucho, pero aún tengo algún que otro pedido de la ciudad y de A Coruña», cuenta una mujer muy mañosa y que ha iniciado una venta especial para liquidar toda la mercancía.

Belenes

Uno de los rincones más mimados de este bazar es el destinado a las cosas de Navidad, especialmente a los Nacimientos. Cuenta que ha vendido para todas las iglesias de la ciudad y aún le quedan muchas piezas que está comenzando a preparar para montar un ambiente especial de cara a las próximas fiestas. «Los escaparates los cuida un montón», dice una clienta mientras ella está reordenando el actual.

Otra de las especialidades de la casa ocupa el centro de la tienda y son las conchas: «Se las compro a una empresa catalana que tiene una historia bien curiosa, su propietario comenzó vendiendo en un portal, pero ahora tiene una empresa con la mejor mercancía», explica una devota de estas piezas. Tanto que una de sus colecciones la ha donado a la Sociedade Galega de Historia Natural como compensación a todo lo que su hijo pudo aprender en el museo y con las actividades de esta entidad de Canido.

El de María de los Ángeles es un bazar de conchas especiales, pero también de piedras como el azabache, el coral o cualquiera de la larga lista que ofrece en forma de collares, pendientes, pulseras o simplemente desnudos. Ella lo sabe todo de cada una y deja notar que son una de sus especialidades: «Tenemos cosas muy curiosas, que no hay en joyerías y a precios muy buenos, es que a veces no se venden porque la gente no sabe lo que son», afirma mientras echa mano de un extenso catálogo de ejemplares que se ofrece a conseguir para los aficionados a los colores del jade de o de las aguamarinas.

Algunas le llegan de lugares lejanos, como Madagascar, e incluso las adapta a las necesidades de cada persona: «Hace poco a una clienta le quedaba grande una pulsera y le hicimos un colgantito con las piezas que le sobraban», cuenta siempre sonriente.

Está claro que María de los Ángeles va a echar de menos el trajín de los encargos y de las recomendaciones a sus clientes, pero piensa paliar la nostalgia con viajes a algunos de los lugares que visitó con su marido y donde le quedan buenos amigos. Aunque esa etapa llegará después del verano, hasta entonces seguirá detrás del mostrador de este establecimiento de la calle Magdalena.

Dónde. Está en el número 35-37 de la calle Magdalena hasta junio, cuando la dueña coge el retiro.

Tesoros. María de los Ángeles ha donado parte de su colección de conchas a la Sociedade Galega de Historia Natural.

Belenes. Este local lleva dos décadas ofreciendo un gran catálogo de nacimientos, que en los próximos meses se pueden adquirir con descuentos por la liquidación.