Una inyección económica para frenar el deterioro del edificio intergeneracional de Ferrol

J. Corral FERROL

FERROL

CÉSAR TOIMIL

El IGVS licita al fin la mejora de la cubierta y de las zonas comunes del inmueble social de Telleiras

18 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Un andamio corona desde hace años el hueco de la escalera de las viviendas intergeneracionales de Telleiras, en Caranza. Las apariencias engañan y el edificio más moderno del barrio arrastra deficiencias desde el mismo momento de su construcción. Ahora, el Instituto Galego de Vivenda e Solo parece que por fin va a tomar cartas en el asunto, aunque los residentes no acaban de creérselo.

El organismo autonómico acaba de licitar por algo más de 215.000 euros una reforma a fondo del inmueble, cuya construcción concluyó hace justo una década, pero que permaneció vacío hasta el año 2013, destinada a frenar su deterioro.

No hace falta pasar del portal para ver que algo no va bien. Un cartel en la puerta de acceso a uno de los ascensores remite a un teléfono de contacto para comunicar las necesidades de reparación en el interior de los pisos. No es de ahora, pero ahí sigue. Como se mantienen en una de las ventanas del rellano la petición de soluciones a la Xunta.

«En cuanto caen dos gotas, por aquí corre agua como si estuviéramos fuera», señala Manuel Campos, vecino del 3º M, que muestra el pasillo que conduce hasta su vivienda, en cuyo interior el IGVS tuvo que reponer parte del suelo, después de que en diciembre de 2017 se levantaran las baldosas del salón. Justo sobre la entrada del piso hay un improvisado falso techo, hecho de plástico, y al lado, un capazo para recoger el agua que gotea.

Aunque el rellano da para mucho más. Ventanales que filtran agua y que permiten contemplar los canaletas llenas de vegetación del lado opuesto del edificio, paredes desconchadas por la humedad y todo un reguero de baldosas levantadas justo ante la puerta de otro veterano vecino, Manuel López. «El suelo lleva más de un año así, nos dijeron varias veces que iban a venir a arreglarlo, pero no hicieron nada», lamenta este residente, que recuerda que envió sucesivos escritos a la Xunta, sin éxito, para que moviera ficha. «Pagamos religiosamente el alquiler, y el estado del edificio es indecente», apunta Campos.

Las obras previstas

Hasta el próximo 26 de julio está abierto el plazo para que las empresas presenten sus ofertas para reparar el edificio. El IGVS plantea, en el marco de esta intervención la reparación de la cubierta para «garantizar la impermeabilidad de la misma». Se sustituirán los paneles que conforman la cubierta, se elimina el actual canalón interior, se disponen tres nuevas bajantes exteriores de pluviales....

Aunque además se actuará en el interior del edificio. Así, está previsto el pintado de paredes y techos afectados por las humedades y se repararán los paramentos verticales de las zonas comunes en las que se produjeron humedades. La intervención, presupuestada en 215.461 euros se completará con la instalación de ventilación en la totalidad de los alojamientos y la reparación de mecanismos de apertura de un total de 86 ventanas.