Esta madrileña depende de una conexión 4G para trabajar desde su casa de Mañón, donde reside desde hace una década
09 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Teresa Carbajo (Madrid, 1976) depende de una conexión 4G para trabajar desde su domicilio en Mañón, donde reside desde hace una década. «A medio camino de mi casa, por Couzadoiro, ya no hay cobertura». Y así se las apaña.
-¿Siempre tiene señal?
-Dependiendo del día o de la hora, la capacidad varía. Incluso según qué día de la semana sea. Y el viento que haga. Hemos llegado a estar un día y medio sin señal o con una inestable. La compañía te lo vende como un caudal fijo de datos, pero eso nunca sucede, porque tiene una capacidad limitada, a repartir entre todas las personas que estén conectadas en un momento.
-¿Llegó a perder algún trabajo por las deficiencias?
-Nunca se dio un caso extremo. Pero sí la comunicación con los clientes puede retrasarse varias horas. Si aludes a problemas técnicos, la otra persona, de buena fe, se lo puede creer, pero en definitiva lo has tenido esperando.
-¿Paga más por peor servicio?
-Obviamente, sí. Y estás mejor atendido en una ciudad, con mayor servicio y rapidez, menos fallos...
-¿Es suficiente la capacidad de conectividad actual en su zona?
-El problema no es el 4G, es el número de señales. Si la tarta tiene diez trozos y somos veinte a comer, no llega. La velocidad es suficiente, pero la capacidad no.