El buque marca registros de récord en aprovisionamientos a la flota aliada
25 may 2022 . Actualizado a las 22:04 h.La flota de la OTAN en el Mediterráneo —SNMG-2 por sus siglas en Inglés— está activa de forma permanente, continua. Se nutre de las unidades de las Marinas aliadas, y la Armada española aporta habitualmente alguno de los buques de la 31.ª Escuadrilla, con base en Ferrol.
En los últimos meses, la agrupación naval «de respuesta muy rápida» centró las miradas al operar en un área tan caliente como las proximidades del mar Negro en plena invasión rusa de Ucrania. De hecho, la Blas de Lezo (F-103) adelantó a finales de enero su salida y alcanza ya los cuatro meses de despliegue junto a buques y dotaciones de Italia, Turquía, Francia y Canadá. Los miles de marinos bajo el mando de esa flota —y los buques desde los que operan— necesitan una ingente cantidad de provisiones.
Un supermercado flotante
Reponer esos recursos consumidos es ahora faena de otro buque ferrolano. Hace un par de semanas, el BAC Cantabria (A-15) se incorporó a esa fuerza de la Alianza Atlántica. La lista de tareas lo puso a despachar desde su llegada. En menos de una semana realizó nueve maniobras de aprovisionamiento de todo tipo de suministros y con diferentes maniobras; por el costado, desde puerto o por el aire, mediante helicóptero. ¿Qué entregó? Combustibles, lubricantes, repuestos, víveres secos y congelados, material de limpieza y de farmacia.
Solo con la Blas de Lezo realizó seis operaciones. En una de ellas, además, se alcanzó todo un hito al suministrar 56 palés de carga diversa. Durante la maniobra, subraya la Armada, se movieron un total de 72 cargas entre los buques mientras navegaban.
El Cantabria también ha llevado a cabo otros seis aprovisionamientos en la mar por sus estaciones de líquidos con los diversos buques con los que se encuentra desplegado, suministrando tanto diésel naval como combustible de aviación. Y con su helicóptero realizó una transferencia de personal y material y, posteriormente, un suministro vertical para mover suspendida la carga a otro buque.
En puerto, el buque deja patente su autosuficiencia gracias al equipamiento de grúas y carretillas elevadoras propias, que le permiten operar en los muelles sin medios externos. Aportará esas capacidades a la flota hasta finales del mes de junio, según las previsiones iniciales de la Armada.