
La empresa propone adelantar de nuevo vacaciones de Navidad a la plantilla de esa sección, que rechaza esa opción tras dos años padeciéndola
17 jun 2023 . Actualizado a las 19:20 h.Megasa cumplió ayer su octava jornada de parón de la sección de acería, debido al incidente radiactivo producido el pasado día 8. Esa situación, además del lógico impacto que tiene en la producción, ha despertado una gran inquietud entre los trabajadores de ese departamento. Debido al plan de limpieza y descontaminación que tiene que acometer Megasa tanto de la acería como del sistema de extracción de polvo de humo, la sección permanecerá inactiva durante al menos las dos próximas semanas, período durante el cual los empleados no podrán efectuar sus tareas. Además, entre los días 3 y 24 de julio se llevará a cabo la parada de todas las instalaciones, que se realiza cada verano.
Por ello, la dirección de Megasa ha trasladado al comité una propuesta que consiste en la misma solución adoptada en los últimos dos años ante diferentes coyunturas: que el personal de acería adelante sus vacaciones de Navidad y también concentre otras tres o cuatro jornadas de libranzas para salir ya de la factoría el próximo lunes, día 19, y no regresar hasta el día 24 de julio.
Sin embargo, esa propuesta se ha encontrado con el rechazo frontal de los trabajadores afectados. Se trata de alrededor de 50 empleados de los 130 que conforman la plantilla de la planta de Xuvia, que en la tarde de ayer se reunieron en asamblea con comité de empresa y votaron en contra de esa opción.
Los empleados subrayan que sería el tercer año que tendrían que adelantar sus vacaciones navideñas y concentrar jornadas libres, con el consiguiente perjuicio para sus vidas.
La pelota vuelve, pues, al tejado de la dirección de la empresa siderúrgica, que tendrá que poner encima de la mesa otras medidas para un personal que se ve afectado por una cuestión ajena a su trabajo.
Durante la pandemia, en diciembre del 2021, y en plena escalada de los precios de la energía, toda la plantilla aceptó adelantarse las vacaciones de Navidad para poder prolongar las de ese mismo año y evitar las jornadas en las que las tarifas eran más altas.
Después, en la primavera del pasado año, fueron de nuevo los trabajadores de la acería los que tuvieron que adelantar días de vacaciones y jornadas de libranzas para mitigar el impacto del período en el que estuvo parado el horno, también por los elevados costes energéticos.
Ahora, rechazan aplicar de nuevo esa medida.
Es una derivada más de la crisis radiactiva desatada en la empresa y detectada el pasado día 8 cuando un camión salía con el polvo de humo —residuo que se origina en el proceso de la fundición del acero— por uno de los pórticos de detección de la factoría.
En los próximos días también van a desarrollarse los chequeos radiológicos al personal que pudiese estar en contacto con el material contaminado, de los que se encargarán profesionales de una empresa especializada.