Ortigueira, la «capital del folk» del país, se prepara para decir adiós a un multitudinario festival que se superó un año más
FERROL
Una decena de bandas participaron en la mañana del domingo en el Desfile das Nacións Celtas, previo a los conciertos que esta noche ponen el broche final al certamen
16 jul 2023 . Actualizado a las 21:52 h.El festival de la capital del folk del país bajará la persiana en pocas horas, y lo hace con una edición multitudinaria, que ha logrado el reto de superarse una vez más. Como viene siendo habitual, en la mañana de este domingo, las protagonistas indiscutibles del Festival Internacional del Mundo Celta fueron las bandas, que nutrieron un desfile que es sello de identidad del certamen. La Escola de Gaitas de Ortigueira, las bandas de gaitas do Ortegal; Ladrido; Abelladeira; la Laguna del Torollu; la Asociación Cultural Saíñas de Xove; Airiños de Fene; el Grupo Folklórico Trebeyu; Bagad Sonerien An Oriant y Peoples Ford Boghall & Bathgate Caledonia Pipe Band participaron en una colorida marcha musical que se inició a las 11.30 horas y se prolongó hasta las tres de la tarde.
Por la noche, el broche final lo pondrán los conciertos de Os Carecos; Covagueira y Xabier Díaz & Adufeiras de Salitre.
Pese a la multitudinaria afluencia de estos días a Ortigueira, salvo incidentes menores —en el día de ayer, policías y sanitarios tuvieron que intervenir con un joven que había consumido estupefacientes y se mostraba violento en la playa—, la camaradería y sobre todo «la tranquilidad», en palabras del alcalde, Valentín Calvín, reinaron en la villa. En su primer año como regidor, se declara «encantado» y con «muy buen sabor de boca», por el balance del festival. No deja de reconocer la labor desempeñada por todos los que han tenido un papel esencial en el desarrollo de la cita musical —desde el director hasta los policías y el servicio de limpieza, entre otros— pero también el civismo de los visitantes. «La playa está limpísima y hay mucha conciencia de respeto por el medio ambiente», incide el alcalde. «Año tras año aumenta la gente que visita el festival. Durante unos días somos la capital folk del país», se felicita, y pone como ejemplo del incremento de esa afluencia el hecho de que hubiese que habilitar nuevas zonas de aparcamiento y desviar parte de los automovilistas hacia el polígono industrial del municipio.