El castro de Esmelle y el auténtico valor del patrimonio

Juan Luis Montero Fenollós FERROL

FERROL

Imagen de las excavaciones en el castro ferrolano de Esmelle.
Imagen de las excavaciones en el castro ferrolano de Esmelle. JOSE PARDO

El yacimiento tiene «potencial científico, educativo y social»

10 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En un mundo marcado por la utilidad inmediata de las cosas, algunos solo ven en el patrimonio artístico, arqueológico o histórico como una fuente potencial de ingresos. Para ellos, museos como el Louvre o el Prado, y monumentos como el Coliseo de Roma o las pirámides de Egipto son importantes al ser tasados como si fueran petróleo cultural. Como bien dijo el fallecido Premio Princesa de Asturias de Humanidades Nuccio Ordine: «¿Cómo puede ofenderse a siglos de cultura y de historia comparando nuestro patrimonio artístico y monumental con un producto, el petróleo, que apesta y contamina?». Entender un bien cultural simplemente como un recurso económico, significa perder de vista su verdadero valor. El patrimonio cultural es una herencia que debemos estudiar, cuidar y conservar para las futuras generaciones. A pesar de ello, ejemplos de menosprecio hacia el mismo no faltan. Ignorarlo y ocultarlo, sabiendo de su existencia, no parece la mejor opción. El patrimonio cultural nunca es un problema, sino una oportunidad para todos, habida cuenta de su función social, de identidad y de conocimiento en un contexto mundial cada vez más globalizado y deshumanizado.

Nadie pone en duda el valor de una obra de Velázquez o Goya, pero si se trata de unos muros antiguos en medio de una ciudad o de una finca rural, la actitud suele cambiar. Frente al gran patrimonio mundial, hay otro patrimonio cultural más cercano. Es aquel que enraíza y cohesiona social y territorialmente. Esta herencia también debe ser apreciada. Entre el 24 de julio y el 4 de agosto pudimos asistir a la transformación de un espacio histórico local: el castro de Esmelle. Lo que hasta entonces era un sitio olvidado, inaccesible e invadido por la vegetación, se convirtió por unas horas en un polo de atracción. Fue emocionante ver el numeroso público, de todas las edades, que se acercó hasta la parroquia de San Xoán de Esmelle para ver con sus propios ojos el trabajo de investigación realizado por los arqueólogos en el castro ferrolano. Conocer nuestro pasado interesa y se aprecia cuando se rescata y se explica bien por aquellos especialistas que se ocupan de su estudio.

Desde sus primeros pasos, el proyecto de excavación y valorización del castro de Esmelle pone de relieve su indiscutible potencial científico, educativo y social, gracias a la colaboración entre el campus universitario y el Concello de Ferrol. Es tarea de los investigadores, de la sociedad y de la administración aprovechar esta ocasión para beneficio de todos. La semilla está sembrada. Ahora hay que regarla y cuidarla con mimo para que progrese y dé los mejores frutos. Si, lamentablemente, la oportunidad parece perdida ahora para los vestigios arqueológicos de la calle San Francisco de Ferrol, tenemos que seguir trabajando para que este ilusionante proyecto patrimonial sea un éxito para disfrute de todos.

Montero Fenollós es director de la Cátedra de Arqueoloxía e Educación Patrimonial.