Diego Bellido, endocrino del CHUF: «La obesidad es una de las principales causas del aumento del cáncer»

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL

Diego Bellido, retratado este miércoles en el Hospital Naval de Ferrol, donde presta consulta
Diego Bellido, retratado este miércoles en el Hospital Naval de Ferrol, donde presta consulta JOSE PARDO

El facultativo recalca que la enfermedad no depende solo de la báscula y el peso, sino también, y sobre todo, del exceso de grasa corporal

21 dic 2023 . Actualizado a las 11:40 h.

El endocrino Diego Bellido (Cádiz, 1957) lleva casi cuatro décadas batallando contra una de las grandes epidemias del siglo XXI: la obesidad. Precisamente estos días, en el Hospital Naval de Ferrol —donde el facultativo tiene su consulta—, se exhibe una muestra que aporta datos y cifras alarmantes, como, por ejemplo, las que sitúan a Galicia a la cabeza de España en prevalencia de obesidad, junto con Asturias, Andalucía y Canarias. Al frente de su equipo, Bellido, fundador de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), lucha contra la enfermedad con un abordaje «holístico» y multidisciplinar, que no solo tiene en cuenta el peso, sino otros muchos factores, pero también con varios proyectos de investigación y ocho ensayos clínicos de nuevos fármacos.

—En Galicia, más del 50% tiene problemas de sobrepeso o obesidad. ¿Hay algún segmento de la población que lo sufra más?

—Hay dos colectivos que requieren especial atención: por un lado, los niños, y por otro, los mayores. El gran incremento de la obesidad se da a partir de los 45 o 50 años. Hoy en día es difícil encontrar a una persona mayor que no tenga sobrepeso y eso es un factor importante a considerar, porque son personas que viven más, pero con más comorbilidades y tratamientos, es decir, con peor calidad de vida.

—¿Y qué pasa con los niños?

—La obesidad infantil se triplicó en los últimos años, y aunque recientemente parece que se ha estancado, un tercio de la población infantil presenta sobrepeso. En este caso, el aumento de la incidencia va ligado sobre todo a los hábitos infantiles modernos, que fomentan más el sedentarismo que la actividad. En los niños, la alimentación es muy importante, pero todavía lo es más la actividad física. El niño de hoy en día ve más la tele y hace menos ejercicio físico. Los de antes llegaban del cole y se iban a jugar a la calle con un bocadillo. Hoy solo hacen ejercicio en las actividades extraescolares o el fin de semana, pero en casa dedican gran parte de su tiempo a los videojuegos y el ordenador.

—Usted siempre incide en que la obesidad no es solo un problema de peso.

—Es que la obesidad es algo más que un aumento de peso. El enfoque de la obesidad hay que ponerlo en el exceso de grasa corporal. ¿Y cómo se mide la obesidad? Pues básicamente se mide por el Índice de Masa Corporal (IMC) y el perímetro de la cintura. Hay sobrepeso cuando el IMC está entre 25 y 30; obesidad de grado I, si está entre 30 y 35; de grado II, entre 35 y 40; y de grado III, por encima de 40. Si además eso, el perímetro de cintura es superior a 88 centímetros en la mujer, y está por encima de los 102 en los hombres, entonces decimos que tiene una obesidad de predominio central o abdominal. Por eso hay personas que sin tener sobrepeso puede ser obesas. Puede que a un hombre con un perímetro de cintura de 108 centímetros no lo veas gordo, pero en realidad tiene una obesidad abdominal por un exceso de grasa corporal.

—En base a la clasificación de sobrepeso y obesidad, ¿perciben una aumento especial en alguno de los grados establecidos?

—En Galicia estamos viendo un aumento de la obesidad extrema, que son los pacientes con un IMC superior a 50 y que pesan 180 o 190 kilos. Lo estamos viendo todos los días y es preocupante porque estos pacientes son totalmente dependientes.

—Además, la obesidad es un factor de riesgo para sufrir otras muchas enfermedades, ¿no?

—La obesidad tiene muchas comorbilidades asociadas. Los pacientes obesos se mueren más y tienen más riesgo de sufrir afectación locomotora (artrosis), diabetes, cardiopatía isquémica, ictus o cáncer. De hecho, la obesidad es una de las principales causas del aumento de la incidencia de cáncer. Nosotros, desde el área sanitaria de Ferrol, defendemos un enfoque holístico, integral y grupal de la obesidad, con abordaje dietético y apoyo psicológico para empoderar a los pacientes y hacerles ver que hay soluciones. No nos quedamos solo con el peso, sino que tenemos técnicas de medición de la grasa y del músculo para valorar cada caso. Y aunque somos un hospital pequeño, contamos con un programa de cirugía bariátrica.

—Además de la cirugía y las dietas, ahora hay un bum en lo que respecta a los tratamientos farmacológicos.

—Nuestra área participa en el ensayo clínico de ocho fármacos nuevos y son muchos los pacientes que quieren participar, porque empieza a haber tratamientos eficaces a largo plazo. Estos fármacos van a suponer un antes y un después en el tratamiento de la obesidad, porque ya no solo están enfocados a la bajada de peso, sino también a la reducción de la grasa corporal, de las comorbilidades asociadas a la obesidad y de la morbimortalidad.

—En lo que respecta a las dietas, ¿qué opina del ayuno intermitente, que ahora está tan de moda?

—Cualquier dieta que se utilice para tratar la obesidad, ya sea la hipocalórica, baja en carbohidratos, mediterránea o atlántica,  es eficaz si consigue que el paciente se adhiera a ella a largo plazo. Ahora está de moda el ayuno intermitente, que es la que se aproxima a lo que era el hombre primitivo, que solo comía cuando podía. Hay varios tipo de ayuno intermitente, pero el que realmente ha demostrado su eficacia es el que consiste dejar entre 14 y 16 horas entre la última la ingesta del día, en torno a las cinco o seis de la tarde, y la primera de la mañana. Este ayuno intermitente clásico consiste en no cenar y se basa en que se produce un período leve de cetosis que lleva a que el organismo consuma grasas. Pero solo funciona si las comidas que se hacen fuera del ayuno se basan en una alimentación equilibrada. Es decir, no vale decir, como lo que quiero y luego hago el ayuno. Además, se debe llevar a cabo con control médico y no es apto para todo el mundo.