A Coruña: una provincia repleta de territorios literarios, del Atlántico a Compostela
FERROL
Autores como Pardo Bazán, Valle y Torrente vencen al paso del tiempo
26 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.De una manera o de otra, todas las ciudades son, siempre, ciudades literarias. Y no solo las ciudades: desde el más humilde de los rincones hasta comarcas enteras guardan, en lo más hondo de su alma, la memoria de aquellos libros que inspiraron; o, si no inspiraron libro alguno —cosa cada vez más rara, porque todo lugar es para alguien, siempre, el centro del mundo—, sí al menos de lo que se escribió en ellas. Así, hablar de Santiago de Compostela es hablar, entre tantos y tantos otros grandes autores, de Rosalía y de Valle, y de Carlos Casares y de Cunqueiro, y de Ricardo Carvalho Calero. Como hablar de A Coruña es recordar a la condesa de Pardo Bazán, o a Luz Pozo Garza, o a Miguel González Garcés. De la misma manera que citar a Ferrol es invocar, antes o después, a Gonzalo Torrente Ballester o a Mario Couceiro.
Pero también hablar de San Andrés de Teixido es traer a la memoria a todos cuantos escritores hasta allí peregrinaron —como Otero Pedrayo, que tan amigo era del legendario cura Miragaya—; y mencionar la Costa da Morte es hablar de Juan Benet, de Carmen Martín Gaite y de Cela, que eran muy devotos de lugares como Fisterra o como Corcubión. Toda tierra —permítasenos el juego de palabras— está hecha, al menos en gran parte, de libros; de la misma manera que todos los libros están hechos, en buena medida, de tierra.
«Un referente»
«Para min —dice el poeta, narrador y ensayista Xulio Valcárcel cuando le preguntan por la ciudad de Santiago—, Compostela é sobre todo un referente de espiritualidade». La capital de Galicia, en la que Xulio, además de vivir en ella sus años de universidad, residió después durante un tiempo, es para él una ciudad fuertemente vinculada a la memoria de escritores como Salvador García-Bodaño, Manuel María y Novoneyra.
Mientras tanto, el ensayista y profesor Ángel Basanta subraya cómo en Ferrol sigue siendo claramente perceptible el universo literario de Gonzalo Torrente Ballester. Porque Ferrol —y con Ferrol, con el espacio urbano, también el valle de Serantes— es el territorio del que surgen las más profundas raíces de la literatura de GTB. Unas raíces en las que, como nadie ignora, conviven lo real y lo mágico.
César Antonio Molina: «A Coruña nació de un mito, es hija de la leyenda de Hércules»
Para el poeta, narrador, ensayista y exministro de Cultura César Antonio Molina, Santiago de Compostela es una ciudad que nació, en sí misma, de la literatura, puesto que es hija, dice, de «una fantasía». Una fantasía que, a su vez —comenta Molina—, la vincula, entre otros textos, a los textos bíblicos. En cualquier caso, A Coruña, añade el escritor, «nació de un mito, es hija de la leyenda de Hércules».
Molina no oculta su afecto por todo lo que de literario hay tanto en su Coruña natal como en Santiago de Compostela, ciudad a la que también ha estado muy unido siempre. Y reitera además su afecto por Ferrol, la ciudad de Gonzalo Torrente Ballester, cuya obra conoce en profundidad. «También Ferrol es una ciudad muy literaria —dice César Antonio Molina—, aunque sus orígenes sean muy diferentes: Ferrol —recalca— nació, como ciudad, en el siglo XVIII; es una ciudad hija de la Ilustración».
Las Fragas del Eume
Otro territorio al que está muy unido César Antonio Molina, este no precisamente urbano, es el de las Fragas del río Eume, el bosque atlántico mejor conservado de Europa. Un bosque que guarda en su interior el monasterio de San Xoán de Caaveiro... y todas sus leyendas.
Antón Rúa: «Ser o cura de San Andrés de Teixido faite sentir ás veces coma o Merlín de Cunqueiro, que tanta xente vía chegar»
Antón Rúa (San Tomé de Lourenzá, 1968), sacerdote, historiador del arte y lector empedernido, es el cura de San Andrés, Cabo do Mundo. Y está escribiendo un libro —un libro secreto, que a saber si verá la luz algún día—, en el que relata su particularísima experiencia como cura rural en un enclave que tiene un lugar de honor en el corazón de todos los gallegos, y en el que él confiesa sentirse más feliz que nunca: «Ser o cura de San Andrés de Teixido —comenta Rúa— faite sentir ás veces coma o Merlín de Cunqueiro, que tanta xente vía chegar de todos os lugares do mundo. Xentes que traían e traen, todas elas —explica el sacerdote—, a súa propia historia, unha historia polo xeral irrepetible. Almas que lle veñen pedir axuda a un santiño, a Sanandresiño de Lonxe, que, coma este cura —recalca rúa—, mira de axudarlles e4n todo canto pode».
Cunqueiriano entusiasta, Rúa señala que «ter sido cura de Riotorto durante trece anos» le ayudó a entender muy bien cómo empezó a soñar Cunqueiro, en casa de sus abuelos, a Merlín.
Ortigueira y el Viento del Norte: en la estela de Elena Quiroga
Ortigueira mantiene vivo el recuerdo de Elena Quiroga, muy unida afectivamente a la villa, y de su novela «Viento del Norte». Pero también el de la juventud de Cunqueiro, escritor a quien, por cierto, Elena Quiroga dedicó su discurso de ingreso en la Real Academia Española.