El regidor, José Manuel Rey Varela, advertía hace un mes, coincidiendo con el primer aniversario de las elecciones que lo llevaron a la alcaldía, que llegaría «hasta el final» en la imposición de penalidades por los retrasos en las obras. «Quien contrata con el Ayuntamiento de Ferrol tiene que saber que somos rigurosos en la gestión de los fondos públicos y en el cumplimiento de los plazos», declaró en una entrevista en La Voz. Sin embargo, por el momento el Concello no ha cobrado todavía ninguna sanción por demora.
Hay otros dos proyectos sobre los que se ciernen expedientes de penalidades. A la adjudicataria de la construcción de la nueva plaza del mercado —denominada Rancho da Praça-Rendilheiras de Vila do Conde, y que incluyó la demolición de la nave provisional— se le impusieron 13.104 euros por un mes de retraso de los tres totales. En ese caso, también se esgrimieron motivos meteorológicos, pero el Concello estimó que la constructora, Prace, Servicios y Obras, no aprovechó los períodos de climatología favorable para avanzar en la obra. Y se le impuso esa multa. Sin embargo, la empresa presentó alegaciones, que todavía se están resolviendo. También la obra de la calle de la Iglesia registró demora sobre los plazos previstos. Y el gobierno local traslada que tras incoarse el expediente, la Concellería de Urbanismo ha solicitado a la dirección de obra un informe sobre los motivos del retraso.
El regidor hace también un ejercicio de autocrítica: «Nosotros también tenemos que cambiar procedimientos que a veces implican retrasos no imputables a los que están ejecutando las actuaciones», admitió.