Piden 15 meses de cárcel para la cuidadora que cogió 500 euros de una mujer con alzhéimer

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL

Edificio de los juzgados de Ferrol.
Edificio de los juzgados de Ferrol. CÉSAR TOIMIL

La acusada trabajaba en una empresa de ayuda a domicilio y se apropió del dinero cuando lo vio en un cajón de la enferma

27 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 

El juzgado de lo Penal 1 de Ferrol ha dejado visto para sentencia el caso de un robo a una mujer que padece alzhéimer. En el banquillo de los acusados de sentaba la trabajadora de una empresa de ayuda a domicilio que cuidaba a la mujer. A principios del mes de agosto del 2022 el marido y la mujer se percataron de que les faltaban 500 euros. Tras las pesquisas oficiales se procesó a la cuidadora. 

El fiscal detalló en el juicio que entre las 9.40 y las once de la mañana del 4 de agosto la encausada «mayor de edad y con antecedentes penales que no son computables para este procedimiento, acudió a desempeñar servicios de ayuda a domicilio». Después de esa jornada desapareció un dinero que se encontraba depositado en un cajón de un dormitorio.

La Fiscalía recordó que en este caso la mujer se aprovechó de que era la cuidadora de una enferma que necesitaba de su asistencia y estaba en sus manos, ya que dependía de ella varias horas cada jornada. En cualquier caso, considera que no concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad penal. Le imputa un delito de hurto y solicita una pena de quince meses de prisión con inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena.

El dinero

El caso quedó visto para sentencia y el fiscal también solicita que se devuelva el dinero hurtado a los mayores. De hecho considera que la responsable civil directa es la encausada, pero la empresa para la que trabajaba es responsable civil subsidiaria. Las dos tendrán que indemnizar con 500 euros a la víctima y usuaria del servicio.

En este suceso la policía que llevó el caso imputa la autoría del hurto a la cuidadora, pero el fiscal implica también a la empresa para la que trabajaba, que debió velar para que estas conductas no se registrasen. La firma de Ferrol prestaba servicios de ayuda a domicilio en la casa de la mujer enferma y de su marido.