El rastro de Herminia en el área de Ferrol: «Pasei a noite sen durmir polo vento, espertoume unha racha que... miña nai querida»

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL

Noel Martínez, vecino de Golmar, en Cedeira, narra los efectos de los vientos huracanados en la villa.
Noel Martínez, vecino de Golmar, en Cedeira, narra los efectos de los vientos huracanados en la villa. CEDIDA

La borrasca deja vientos huracanados en Cedeira, olas de diez metros en Estaca de Bares, cortes de luz y supresión de trenes: «¿Como imos a traballar sen transporte

27 ene 2025 . Actualizado a las 22:30 h.

«Pasei a noite de onte —por el domingo— sen durmir. Sentes o silbido do vento, tremer as ventás, o tellado...», reconoce Noel Martínez, vecino de Golmar, en Cedeira. Su casa está ubicada en plena ladera con vistas al mar. Una impresionante ubicación que también le ha colocado en primera línea de las borrascas que llevan desde el viernes azotando la costa de Ferrol y la comarca. En Cedeira han dejado vientos huracanados que han superado los 160 kilómetros por hora. «Levámonos sempre a peor parte», advierte.

Los efectos de este último temporal, Herminia, se han dejado notar en las inmediaciones del hogar de Noel con muchos árboles caídos, horas sin electricidad y poco descanso. Pero agradece no tener que lamentar daños. «Cando o vento se pon do oeste o suroeste é cando máis o notamos porque estamos fronte ao mar e non hai nada que nos protexa. As noites do sábado e domingo azuzó ben. Non durmín moito. As dúas da mañá espertoume unha racha que... miña nai querida», reconoce Noel. Sin apenas descanso, este lunes por la mañana trató de acercarse sin éxito hasta la zona de Punta Candieira donde tiene montes. «A estrada está cortada por árbores. Fun a mirar se me fixera moito dano como o ano pasado, pero non dei chegado», señala Noel.

Los cortes eléctricos han sido otra constante del fin de semana de temporal. «Veu, foise, veu as dez, vin a televisión un rato e volveuse a ir...», recuerda. Agradece que sus padres vive a menos de cien metros de su casa, con cocina de leña y butano. «Na miña casa non teño nada sen corrente, nin auga nin cociña. Fun á súa casa a ver como estaban e aproveitei», comenta.

Cedeira fue el epicentro de un temporal de viento huracanado e impresionante oleaje con la alerta roja en la costa. La estación de Punta Candieira registra el récord de hoy lunes en Galicia con 147 kilómetros por hora. El Concello de Valdoviño mantiene cerrada la carretera de acceso al faro de Punta Frouxeira durante la activación de la máxima alerta. Desde el Concello explican que desde primera hora de la mañana se ha intensificado la vigilancia en la zona con una patrulla de la Policía Local que realiza labores de control y prevención. La boya de la red de Puertos del Estado ubicada en Estaca de Bares llegó a registrar una ola de diez metros de altura.

Hilda Rivera usuaria a diario del tren desde su casa en Loiba hasta Ortigueira, donde trabaja
Hilda Rivera usuaria a diario del tren desde su casa en Loiba hasta Ortigueira, donde trabaja PEPA LOSADA

La borrasca también afectó a la circulación ferroviaria en la zona. Renfe restableció hoy al mediodía la conexión entre A Coruña y Ferrol, suspendida desde el domingo. Sin embargo, se mantiene inactiva entre Ferrol y Ribadeo. Desde la compañía indican que «no se ha establecido un plan alternativo de transporte por carretera porque las indicaciones de Protección Civil son que la gente se quede en casa», recalcan. Por ello, al considerarse «peligrosa» esta circulación por carretera se están dispuestos ni autobuses ni taxis para los viajeros, lo que ha desatado las críticas de quienes necesitaban viajar.

«Antes, se non había tren poñían autobuses. E que, senón, ¿como esperan que vaiamos a traballar?», lamenta Hilda Rivera. Viaja a diario en el tren, de lunes a viernes, desde su casa en Loiba hasta Ortigueira, donde trabaja asistiendo a una persona mayor en situación de dependencia. Lleva dos décadas de usuaria del ferrocarril en las comarcas del Ortegal y A Mariña lucense. Ayer gozó de la ayuda de su marido para poder llegar al trabajo. «Tivo que recollerme o meu marido», agradece indignada viendo desde la ventana autobuses. «Arriva funciona, están os autobuses do colexio... Pero a nos non poñen nada alternativo. ¿Cómo nos fan isto aos viaxeiros que necesitamos un transporte público? É unha vergoña como nos están a tratar», denuncia Hilda.

Otros grandes temporales

Los fuertes vientos que han azotado la comarca durante los últimos cuatro días han traído a la memoria a otros grandes temporales como el Klaus y Hortensia.

Marisa Cabanas, del hotel A Miranda de Cariño
Marisa Cabanas, del hotel A Miranda de Cariño

«Ya pasamos temporales peores. Desde el hotel es un placer ver llover y el viento con las chimeneas a tope. Nos hemos refrendado en la buena decisión que fue poner la cubierta vegetal. Al no haber tejas ni pizarra no impone tanto el viento. Lo vivimos al resguardo, sin salir de aquí», comentan Marisa Cabanas y Brais López, madre e hijo del hotel A Miranda de Cariño.