Ir de paseo

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL

Ramón Loureiro

25 feb 2025 . Actualizado a las 21:52 h.

En las mañanas de los domingos, que haga el tiempo que haga siempre parecen estar envueltas en una luz más brillante, es muy hermoso subir por la carretera que va desde Perlío a Lavandeira, atravesando la tierra de Escandoi y recordando, por ejemplo, que la iglesia de Santa Mariña, la de la magnífica torre de campanas, estuvo (en tiempos de Felipe III, cuando se escribió el Quijote) bajo la protección del Gran Conde de Lemos, que además de Virrey de Nápoles fue señor de Ferrol y de Pontedeume y de tantos otros lugares, pero que sobre todo fue amigo de Cervantes, quien desde su lecho de muerte, en un último gesto de devoción personal y genialidad literaria, le dedicó («Con el pie ya en el estribo...») el Persiles.

Tras pasar por Lavandeira, dando gracias al cielo por esos maravillosos lugares en los que casi se juntan las fragas del Eume y del Belelle, uno suele continuar hacia A Capela, que guarda la memoria de San Rosendo, que además de santo fue uno de los grandes señores de la Galicia medieval, generoso en extremo y un batallador muy valiente. Dejando atrás Goente, uno suele hacer parada en As Pontes, el señorío de García Rodríguez, que a los pies del padre Eume tuvo una fortaleza que sin duda debió de ser imponente. Y desde allí, atravesando primero la Montaña y después la Terra Chá, uno se dirige a Vilalba, donde habitan los versos de amigos tan recordados como Darío Xohán Cabana o Bernardo García Cendán, así como los cuentos de Xavier P. Docampo, que también fue un amigo excelente.

Después, tomando un café en el Montero, el día puede llegar a ser estupendo.