La policía de Lombok emitió un informe en el que indica que «el examen aporta signos de traumatismo en la cabeza, cuello y pecho»
18 sep 2025 . Actualizado a las 22:35 h.La autopsia practicada en Indonesia a Matilde Muñoz, la ferrolana asesinada el pasado 2 de julio en la isla de Lombok, confirma que murió por asfixia. El examen forense, realizado el 4 de septiembre en el hospital de Mataram, reveló signos de «traumatismo» en la «cabeza, cuello y pecho». El cuerpo de Muñoz, quien habría cumplido 73 años este mes, fue hallado el 30 de agosto en una playa de Senggigi tras semanas de búsqueda impulsada por familiares y amigos que habían denunciado su desaparición. Según el comunicado de la policía de Lombok occidental, el cuerpo fue encontrado boca abajo, con ropa y joyas, incluidos dos collares con colgantes de una concha y una figura de Buda.
La investigación señala que la madrugada del 2 de julio Matilde fue asesinada en el bungaló del hotel Bumi Aditya, donde se alojaba. Los dos sospechosos —un empleado y un extrabajador del establecimiento— confesaron su implicación y narraron cómo el cadáver fue ocultado en hasta cuatro localizaciones distintas antes de enterrarlo en la playa el 24 de agosto. Ambos permanecen detenidos y se enfrentan a cargos por asesinato premeditado y robo con violencia resultando en muerte. La policía asegura que el móvil fue económico: se llevaron 3 millones de rupias, unos 182 dólares.
Una vez que concluyan todas las pruebas de ADN, el cuerpo de Matilde será incinerado y sus cenizas se esparcirán en la playa donde solía nadar cada mañana en Lombok. Representantes de su círculo cercano se trasladarán a la isla para participar en el ritual.
Críticas a la Embajada española
Tras meses de angustia y búsqueda, los allegados de la víctima expresan su profunda indignación por la falta de acción de la que acusan tanto a la Embajada de España en Indonesia como al Ministerio de Asuntos Exteriores. En una carta dirigida a las autoridades españolas, subrayan: «Escribo desde la más profunda indignación. El brutal asesinato de Matilde Muñoz, asesinada con extrema crueldad en el hotel Bumi Aditya de Lombok el 2 de julio, no admite excusas. Su cuerpo fue escondido, enterrado en una playa, y su familia y amigos hemos sido los únicos que hemos dado la cara —investigando, informando y empujando a las autoridades—, mientras la embajada permanecía inactiva, ofreciendo respuestas vacías y un trato que en ningún momento estuvo a la altura de la gravedad del caso». Cuestionan por qué no se designó «ni un agregado de Interior ni un funcionario consular para estar presente en la autopsia».