12.000 socios

Jose Antonio Cachaza OPINIÓN

FERROL

28 sep 2025 . Actualizado a las 18:20 h.

en las redes sociales del Club, Manuel Ansede, informa que ya somos 8.250 socios. Cuesta creerlo. Si nos atenemos a la historia del Racing, nunca en la tercera categoría de nuestro fútbol, se llamase 1ª RFEF o 2ªB, había llegado a los 4.000, ni de lejos. Ya los 9.300 socios de la temporada pasada eran un número tremendo, pero se podían entender tras una temporada extraordinaria en Segunda División, una de las mejores de su historia centenaria. Sin embargo, lo de este año lo supera todo. Se trata de un club descendido después de una temporada más que lamentable, entre las peores que recuerdan los más viejos. Pregunten a cualquier socio con número de carné por debajo de 100 y seguramente solo podrá compararla con la 1978/79 en la misma categoría. Yo mismo escribía en estas páginas que superar los 5.000 abonados ya sería un gran éxito; sin duda, me alegro de haber errado a lo grande.

No nos quedemos en los números del Racing. Si miramos a los otros dos clubes ferrolanos que hoy compiten en ligas profesionales de primera división, nos encontramos con un Universitario que cuenta con 2.000 socios y un O Parrulo que supera los 1.500; entre los tres, prácticamente 12.000 socios (me gusta más este viejo término que el probablemente más apropiado de abonados).

Si nos atenemos a la historia del deporte ferrolano, el atractivo que estos tres clubes demuestran es una burrada. El OAR, en sus mejores años, según las crónicas, alcanzó unos 4.500 socios, coincidiendo además con aquellos años en que al Racing lo sostenían apenas 1.200 socios y unas directivas que lo mismo cortaban entradas en la puerta que pintaban las líneas del terreno de juego. Es más, me decía Pepe Criado, Delegado de Campo aquel día, que el mítico partido de Copa contra el Real Madrid de febrero de 1976 congregó apenas 8.000 aficionados en el viejo Manuel Rivera, no quince o veinte mil, como dicen las informaciones de la época, «se pusieron gradas supletorias delante del marcador y en la parta alta de preferencia, pero allí no entraba más gente».

Creo sinceramente que esos 12.000 carnés representan mucho más que una creciente afición por el deporte local, significan un renacido orgullo de ciudad que llevaba desaparecido casi cuarenta años, desde que la reconversión del naval empezó a golpear la base económica local. De pronto, el Racing volvió a segunda división, O Parrulo a primera y el Universitario disputó una final europea, al tiempo que la serie Rapa nos sirvió para ver esa belleza de Ferrol que nos negábamos a apreciar, también la Cedeira y otras partes de la comarca, que esto va de Ferrolterra. Esto se refleja en una nueva generación de jóvenes orgullosos de salir a la calle con la camiseta verde del Racing, pero también las blanquiazules, como la bandera local, de Universitario y O Parrulo. Si como se vive el deporte profesional viene a ser una representación de la sociedad en que se desarrolla, esos doce mil simbolizan, más bien expresan, un amor incondicional por Ferrol.