Segunda caída de falsos techos en el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol en el plazo de dos meses
FERROL
El suceso se produjo a causa de la rotura de una tubería de agua
14 oct 2025 . Actualizado a las 12:54 h.A principios del pasado mes de agosto, el Hospital Arquitecto Marcide de Ferrol era escenario de la caída de un falso techo en una de las habitaciones del ala antigua del complejo. Y este lunes de madrugada ha tenido lugar un suceso similar en la zona del vestíbulo principal que conecta con el acceso a la gerencia y en las dependencias de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue (ADOS). Pero en esta ocasión la caída de los falsos techos no se ha debido a la antigüedad de los materiales, sino a la rotura de una tubería del agua.
El sindicato de enfermería Satse ha calificado de «extrema gravedad» este suceso y las «inundaciones» que ha provocado y señala que fue una «suerte» que ocurriese de madrugada, cuando no había personal trabajando en las dependencias de ADOS. Desde la gerencia señalaron que la rotura de la tubería ya se ha subsanado y los falsos techos serán reparados lo antes posible.
Renovación en el ala antigua
Por otra parte, desde el CHUF han informado de que ya ha llegado a su fin la obra de renovación de todos los falsos techos en todas las plantas de hospitalización del ala antigua, una actuación de urgencia que se llevó a cabo tras el percance registrado en una habitación y que provocó heridas a un paciente ingresado a principios del pasado mes de agosto. Desde la gerencia destacan «la enorme implicación de los profesionales de las plantas de las distintas categorías, y su esfuerzo y colaboración en los diversos traslados que hubo que ir haciendo».
La Xunta ha destinado un total de 247.000 euros a estas obras, que afectaron a las plantas tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima del edificio antiguo del Marcide. Los peritos determinaron que la causa principal de la caída de parte del falso techo registrada en agosto se debió a la «idade dos materiais, sumado ás presións excepcionais por contraste térmico», lo que provocó que «as ancoraxes cederan».