José Carlos Ribas: «Tras el verano empezamos ya a reunirnos con nuestros clientes para explicarles el Verifactu»

Carla Elías Martínez
C. Elías FERROL

FERROL

JOSE PARDO

Imparte charlas, como la multitudinaria de Seara, para explicar el sistema de facturación de Hacienda obligatorio a partir del 1 de enero

16 nov 2025 . Actualizado a las 04:14 h.

«Verifactu no tiene nada que ver con factura electrónica», insiste José Carlos Rivas, de la asesoría ferrolana San Juan Rivas Economistas, al aclarar una de las principales dudas que rodean el nuevo sistema de facturación desarrollado por la Agencia Tributaria para prevenir el fraude fiscal y digitalizar los procesos. La llegada de Verifactu está generando inquietud entre empresas y autónomos, y Rivas está recorriendo la comarca para explicarlo en detalle. Su última charla fue en el centro de empresas de la Asociación de Empresarios Seara, en As Pontes.

A apenas mes y medio de que el sistema sea obligatorio para las sociedades, y con julio de 2026 como fecha límite para autónomos y personas físicas, la sesión despertó gran interés. Cerca de treinta asistentes acudieron para aclarar dudas. Rivas recordó que Verifactu solo afecta a quienes emiten facturas mediante programas informáticos. «Si tú emites facturas de manera manual o a través de un Word, no te aplica a Verifactu. Por lo menos, de momento», recalca.

Tal y como explica el asesor, la confusión más extendida entre los empresarios y autónomos es pensar que Verifactu es lo mismo que la factura electrónica, algo que niega con rotundidad. «La mayoría de la gente cree que tendrá que cambiar todo su sistema de facturación ya, y no es así. Pero el mercado se va a autorregular», augura. Apunta que los bancos exigirán balances consistentes y documentaciones más seguras, «garantías de que los ingresos son reales».

Otra de las dudas más recurrentes entre los afectados es la imposibilidad de modificar una factura una vez emitida. Rivas explicó que, con Verifactu, «cuando te equivocas no puedes borrar la factura», anularla y sustituirla por otra nueva. Hay que emitir una rectificativa, y «tanto la original como la modificativa quedarán registradas». Aparecerán en el sistema, reforzando el control frente a la eliminación de ventas o alteraciones posteriores.

Desde su despacho en Ferrol, Rivas lleva meses ya trabajando con los clientes para anticiparse a los cambios. «Después del verano empezamos a reunirnos semanalmente con grupos de entre veinte y veinticinco clientes», relató. El objetivo era adelantarse al momento actual. «No quería vernos en diciembre con el aluvión de gente preguntando cómo adaptarse. Primero me centré en las sociedades, y más adelante lo haré con las personas físicas», explica.

También aclaró que muchas sociedades no están obligadas todavía. «Hay muchas sociedades que, en principio, están obligadas, pero que no les aplica la norma porque no facturan a través de un programa informático». Sin embargo, advirtió que el proceso de adaptación será gradual e inevitable, empujado por la demanda de transparencia en bancos y clientes. «El mercado se irá autorregulando».

Una transición inevitable

Rivas fue tajante al hablar del futuro inmediato del sistema. «Los que van a quedar fuera, cada vez van a ser menos». Señaló que la Agencia Tributaria aumentará los requerimientos y que los clientes exigirán más seguridad y trazabilidad. En la charla también se abordaron cuestiones técnicas como la facturación simplificada, la emisión de facturas modificativas o la incorporación del código QR, que forma parte de las nuevas exigencias de trazabilidad.