Casi la mitad del pequeño comercio del centro de Ferrol se suma al Black Friday: «No queda otra»

Mientras las grandes cadenas sacan todo su arsenal para anunciar a bombo y platillo los grandes descuentos del Black Friday —ese «viernes negro» que invita al consumismo a finales del mes de noviembre— , el pequeño comercio continúa dividido. El presidente del Centro Comercial Aberto Ferrol-A Magdalena, Olegario Álvarez, asegura que en esta ocasión la participación sigue la «misma tónica que el año pasado». Y hasta el momento, la entidad ha facilitado carteles promocionales a entre 40 y 50 establecimientos adheridos a la asociación, lo que supone casi la mitad del total (unos 110). «Hay que tener en cuenta que estamos a las puertas de la Navidad y a algunos sectores, como el textil o regalos, no les interesa hacer justo ahora descuentos. En el caso del Centro Comercial Aberto Ferrol-Magdalena, los establecimientos que más interés han mostrado en participar en el Black Friday son las ópticas», advierte Álvarez.

En cuanto a la duración de la campaña, es muy variable, y mientras algunos comercios ya llevan con los carteles colgados desde el lunes, otros los pondrán hoy o mañana. Entre los primeros se encuentra Dolores Lola de la calle Real, que se ha sumado a la ola del Black Friday a lo largo de toda esta semana, con descuentos del 5% y el 10% en prendas de la nueva colección, y de hasta el 60% en las de pasadas temporadas (aunque esta última promoción suele ser habitual en su comercio a lo largo de todo el año). «Lo hacemos porque no queda otra, no te queda más remedio si quieres vender algo estos días», comenta Lola Sanmartín. De momento, no han percibido un aumento de las ventas, aunque confían en que se note sobre todo el viernes y el sábado, coincidiendo con el fin de semana.

Nerea Amigo, que en abril subió la persiana la tienda de moda Sálvora, también se ha sumado ya a la ola del Black Friday, con descuentos del 20% en todas las prendas, salvo en los complementos, que rebaja un 10%. «Vengo de trabajar muchos años en grandes cadenas y, si queremos que la gente venga más al centro de Ferrol y no tanto al centro comercial, hay que adaptarse a lo que hay», advierte Nerea, que ha percibido un ligero aumento de las ventas desde que colgó los carteles el pasado lunes. «Aunque no es como el Bono Comercio, que funcionó súper bien, algo sí se nota. Mucha gente ya me empezó a preguntar hace semanas si iba a hacer el Black Friday, y al decirles que sí, han esperado a esta semana para venir a hacer las compras», señala esta comerciante.

Justo enfrente, la tienda de moda Kala ya lo tiene todo listo para unirse al Black Friday desde este jueves y hasta el sábado, con descuentos del 20%, pero solo en algunas prendas. «No podemos hacer descuentos tan grandes como las cadenas ni tampoco en toda la mercancía, porque nuestro margen de beneficio es mucho menor», advierten las hermanas Sara y Sheila López. Como otras voces del sector, consideran que sería mejor que el Black Friday no existiese, pero al mismo tiempo creen que no queda más remedio que adaptarse.

Otras comerciantes, como Julia Blanco, de la tienda de vestidos de fiesta Cosquillas de la calle Carmen, se resisten a subirse al carro del Black Friday. «Respeto todas las opciones, cada caso es diferente y puede que haya a gente que le convenga, pero yo nunca he participado ni lo voy a hacer este año», dice convencida. «¿Por qué? «Pues en primer lugar, por respeto a mis clientas, a las que compran todo el año, pero también porque no tengo suficiente estocaje (mercancía almacenada a la que hay que dar salida) para hacer los brutales y feroces descuentos de las grandes cadenas. Y porque creo que con esos descuentos se devalúa el producto», añade Julia, que a lo largo de todo el año ya ofrece precios rebajados en prendas de otras temporadas y mima a sus clientas con detalles especiales.

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