Las despedidas a Antón Varela toman forma de poemas, esculturas y calles

Bea Abelairas
Bea abelairas LA VOZ

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

Vecinos y artistas de la ciudad promueven diferentes ideas para homenajearle

08 ago 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

El adiós al artesano y artista Antón Varela sigue activo. Apenas unas horas después del Día de Galicia sus amigos de Canido comenzaron a organizarse para pedir una calle o una plaza que le recuerde. La asociación de vecinos centralizó una petición a la que se han unido ya barrios como el de Caranza. La solicitud ya ha sido tramitada ante el Concello, que se muestra solícito para hacerla realidad cuanto antes. «O concelleiro de Cultura xa preguntou a nosa proposta de ubicación, que está consensuada cos seus irmás e é o parque que está detrás do IES de Canido», precisa el presidente de la entidad vecinal de Canido.

El primer fin de semana de septiembre Las Meninas de Canido dedicarán un sentido acto a Antón Varela que tendrá una sorpresa y acciones en los sitios favoritos de un gaiteiro que creció en el entorno de la plaza y que se formó como constructor de instrumentos musicales, al lado del patriarca de la familia Seivane, en Abegondo, donde también se le recuerda.

De bronce

El escultor José Rubio Gascón aporta otra idea. Justo cuando estaba terminando la figura de un gaiteiro en bronce le llegó la fatal noticia y entonces se dio cuenta de que esta pieza era para la memoria de su amigo. Pretende cederla temporalmente, pero solo pide un lugar resguardado, porque se trata de una creación en bronce que sufriría demasiado a la intemperie. «Me gustaría mucho que este músico gallego fuese para recordar a este vecino tan apreciado de Ferrol y al que yo quería mucho», explica sobre una talla que mide 170 centímetros y que aguarda terminada en el taller del autor del monumento al pequeño cofrade que puede verse en la calle Real.

Mientras todas estas acciones encuentran una vía para hacerse realidad hay amigos que vuelcan sus sentimientos en un papel y los dejan pegados en el taller de Antón Varela de Ferrol Vello. Primero fue una rosa, después un poema sobre el silencio de su gaita. «Lo que queda claro es que queda la necesidad de recordarle, a pesar de que la despedida en el cementerio fue ya muy sentida y muy emotiva», reconoce uno de los organizadores de estas acciones que tendrán muchas partes musicales.

Y es que al luthier Antón Varela, integrante de formaciones históricas como Raparigos, Os Cempés y Berros do Castro, ya se le echa de menos en el panorama musical gallego.

Flores y un poema en su taller

«Non soan xa os tornos no vello taller, nin sae o son dunha gaita daquelas vetustas portas. Non se escoita xa a túa voz queda, o teu falar paseliño... Gardan silencio buxo e granadillo como se quixeran dese xeito amosar o respeto que mereces, o seu triste minuto de silencio. Fican calados roncos, punteiros e foles, sen aire que os encha, sen maos que os traballe... E por iso hoxe máis que nunca a gaita galega non canta, que chora». Es el poema dedicado por EMM.