El pasado sábado, la Academia de San Rosendo acordó, por unanimidad, en el transcurso de una sesión celebrada en Celanova, concederle a Félix Villares Mouteira el título de académico correspondiente. Con esta decisión, la institución presidida por Segundo Pérez López ha querido reconocer, sobre todo, dos aspectos de los muchos que destacan en la incansable labor cultural del canónigo y canciller de la curia diocesana de Mondoñedo-Ferrol: su trabajo como director del archivo de la catedral de Mondoñedo -cargo en el que tuvo como predecesor a Enrique Cal Pardo- y su constante reivindicación y estudio de la obra de los poetas del Seminario de Santa Catalina, de cuyas aulas salieron, entre otros muchos escritores, cuatro a los que ya se les ha dedicado un Día das Letras (Leiras Pulpeiro, Noriega Varela, Iglesia Alvariño y Díaz Castro). Villares, que fue vicario general durante años, ha llevado a cabo también una importantísima labor en el ámbito de la protección del patrimonio artístico de unas tierras, las de la Galicia del norte -las de la diócesis ferrolano-mindoniense-, que poseen un extraordinario volumen de templos de magnífica arquitectura y de imaginería de gran valor, pero muy pocos medios para preservarlo. Félix encarna además, de manera decidida, el espíritu de esa diócesis. Y así, sin dejar de atender él mismo su parroquia natal, San Martiño de Belesar, en la Terra Chá, pasa los días, infatigable, entre su despacho de la Domus ferrolana -la sede del obispado- y las salas que albergan ese extraordinario tesoro que es el archivo mindoniense. No hay rincón de las 422 parroquias diocesanas que él no conozca perfectamente.