La biblioteca del CHUF que salva vidas

Bea Abelairas
B. Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Desde Ferrol se coordinan las nueve salas que ayudan a los sanitarios a lograr artículos claves para los tratamientos

12 ene 2019 . Actualizado a las 20:34 h.

En los 90 cada vez que un médico del Marcide tenía una duda y necesitaba consultar un artículo se movilizaba a la bibliotecaria, que comenzaba un rastreo laborioso: «Recuerdo que una vez para un caso grave en la UCI el médico se marchó en autobús al hospital de Coruña para traer un estudio que localizamos allí para un tratamiento. Cuando en el 1995 nos llegó un fax y nos lo enviaban por esa vía, el mismo médico nos decía que parecía ciencia ficción y siempre regresaba para decirnos que lo habíamos ayudado a salvar una vida, porque esos nuevos tratamientos habían dado resultado», cuenta Uxía Gutiérrez Couto, que lleva casi tres décadas como bibliotecaria del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, al tiempo que coordinadora de todas las bibliotecas hospitalarias (integradas en la web bibliosaude.sergas.gal), así como la formación que se imparte a los trabajadores. También es la community manager de un espacio que ofrece un apoyo clave para la asistencia a los enfermos y para la investigación. Así que cada jornada ayuda a los médicos, enfermeros y administrativos a localizar los artículos que necesitan en bases de datos de toda la red mundial. «La gran diferencia es que ahora el conocimiento de todo el mundo está a nuestro alcance, es decir, en Ferrol se pueden consultar los artículos de EE.UU. o de cualquier parte: unos nos los piden y los mandamos a su correo; otros simplemente los pueden consultar cuando están ante el enfermo o hasta en su casa desde la página bibliosaúde», cuenta una trabajadora que solo tiene la ayuda de una auxiliar.

Uxía decide cada año en qué artículos se gastan los 1,5 millones que suele necesitar para comprar accesos a revistas científicas o crear programas para los contenidos sanitarios. «Lo del préstamo de libros y volúmenes aquí es ya anecdótico, todo está en la web y estamos especialmente orgullosos de los programas que vamos desarrollando nosotros», cuenta sobre uno llamado Sofos, que reúne todas las publicaciones de los sanitarios, o un servidor en el que la plantilla puede alojar su producción o el SOD, el servicio de obtención de documentos, gracias al que los facultativos tienen en menos de 24 horas el material que necesitan.

El Marcide comienza a «recetar» libros

La biblioterapia ha llegado al Marcide. En unos meses se implantará en los centros de salud, pero por ahora enfermeros y médicos del hospital recetan libros, además de medicamentos. «Se trata de una iniciativa que se basa en recomendar unos libros seleccionados en una guía que hemos elaborado para los prescriptores», cuenta Uxía. Buena parte de las referencias son obras de autoayuda para aprender a manejar la ansiedad, la depresión o simplemente la vida, pero no todas. «Hay novelas cuya temática puede aportar algo y cosas para niños», dice sobre una iniciativa en la que colaboran las bibliotecas públicas gallegas y para la que el hospital también ha comprado fondos.

Pronto la abrirán a cualquier persona, para acceder a libros como un recurso para sentirse mejor. Esta iniciativa es fruto de una de las labores a la que más horas dedican: la selección de contenidos. Y pretende ganar adeptos en otro terreno que la biblioteca domina: las redes sociales. Están en Facebook, Twiter, Pinterest y hasta tienen canal de YouTube donde explican de todo: desde cómo hacer una presentación a consultar una base de datos.