Lágrimas de emoción en el Terra de Ferrol

beatriz antón FERROL /

FERROL CIUDAD

Los compañeros de Mari Carmen Rodríguez Beceiro obsequiaron a la profesora con muchos regalos
Los compañeros de Mari Carmen Rodríguez Beceiro obsequiaron a la profesora con muchos regalos ESTEVO BARROS

Alumnos, profesores y personal laboral brindaron una emotiva despedida a Mari Carmen Rodríguez Beceiro, que se jubila tras 47 años en el centro

20 nov 2019 . Actualizado a las 09:53 h.

Ella resistió como pudo, pero muchos de los que se reunieron para mostrarle su afecto no pudieron contener la emoción. Y fue así, con mucho cariño y alguna que otra lágrima, como quisieron despedir este martes, en el Centro de Educación Especial Terra de Ferrol, a uno de los grandes «referentes» del centro, la profesora Mari Carmen Rodríguez Beceiro, que se jubila tras 47 años de trayectoria ininterrumpida en el colegio, de los cuales 23 ejerció como directora (desde 1996 hasta junio de este 2019).

A ella el acto de despedida le cogió totalmente por sorpresa  y por eso su cara de asombro fue mayúscula al entrar por la puerta de la sala de juntas para (supuestamente) visitar una exposición. En lugar de eso, Mari Carmen Rodríguez Beceiro se topó con una sala repleta de gente y una mesa presidencial decorada con muchos recuerdos fotográficos y un cartel con un mensaje lleno de reconocimiento y gratitud: «Por ter aprendido a arte de ensinar e exercela cada día, moitas grazas».

«Dedicación», «entrega» o «esfuerzo» fueron algunas de las palabras que le dedicaron a la profesora los organizadores de la fiesta de despedida. Y ella no pudo evitar emocionarse al escucharlas en boca de compañeros como Beatriz Lorenzo o Jesús Arias Miño, actual director del Terra de Ferrol, quien se refirió a Rodríguez Beceiro como «un ejemplo de valores, pedagogía y de entusiasmo».

ESTEVO BARROS

Poco antes de la fiesta, sin sospechar lo que le esperaba, Mari Carmen rebobinaba en su memoria para retroceder hasta sus primeros años en el centro, cuando el Terra de Ferrol era todavía el Carmen Polo. «Entré en el 72, poco después de la inauguración, y ya por aquel entonces me pareció un centro muy bonito, muy adaptado a las necesidades de los alumnos y con bastantes recursos para atenderlos», explica Beceiro, quien estudió Magisterio, Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje.

Siendo directora vivió la disgregación del Carmen Polo en dos centros -el actual Terra Ferrol (para menores de 21 años) y el Souto de Leixa (para mayores de esa edad)- y también bajo su mandato se impulsaron proyectos de educación ambiental como los de Voz Natura, de los que siempre fue una gran entusiasta.

Ahora que le toca decir adiós a sus alumnos -«niños que logran engancharte porque son muy cariñosos y especiales»-, la profesora mira a la jubilación con ganas de tomarse la vida con más tranquilidad, pero sin intención de apearse del tren. «Quiero seguir ligada a este mundo de la educación especial, colaborando con el centro en lo que pueda, o con alguna asociación, pero siempre en el campo de batalla».