Lobadiz, el punto estratégico para controlar el tráfico por el golfo Ártabro

CRISTÓBAL RAMÍREZ

FERROL CIUDAD

CRISTÓBAL RAMÍREZ

Los restos de las excavaciones ni se distinguen hoy en día. Se extienden a la izquierda una vez pasadas las dos grandes murallas y el foso

25 feb 2023 . Actualizado a las 11:55 h.

El castro de Lobadiz es como el Guadiana: tanto aparece en los medios de comunicación como emprende una curiosa hibernación que dura años. Y algún día habrá que hacerle caso, porque era el gran vigilante sobre el golfo Ártabro, la aldea costera más importante. Es el típico lugar al que hay que ir para sumergirse mentalmente en el pasado e imaginar cómo era la vida allí hace dos milenios en aquellas casas circulares, algunas de las cuales quedaron al descubierto desde finales de los años sesenta del siglo pasado.

Así que el coche debe rodar hacia San Xurxo, al norte de Ferrol. Una vez acabada la autopista, a la derecha y ya está señalizado. La laguna de Doniños debe quedar a la izquierda según se desciende al magnífico arenal.

Y una vez a ras de las olas surgen dos posibilidades, dependiendo de las ganas de caminar y del tiempo de que se disponga. La maravillosa es, sin ningún tipo de duda, la que tras dejar el coche en el enorme aparcamiento invita a caminar por un auténtico sendero casi pegado a la costa y sin ningún peligro. Magnífico paseo con visita a una preciosa cala de guijarros antes de llegar al castro.

Todavía se sostienen los esqueletos de las casetas de cemento que tanta polémica habían causado en su día, desmanteladas y esperando el momento en que desaparezcan para siempre con el fin de dignificar ese entorno arqueológico. Pero hay que intentar ni verlas y, desde luego, que no amarguen una excursión que debe continuar rampa de entrada arriba, con lo que quizás haya sido torreón defensivo.

Los restos de las excavaciones ni se distinguen hoy en día. Se extienden a la izquierda una vez pasadas las dos grandes murallas y el foso. El camino, de muy fácil recorrido, conduce a la punta, donde agonizan los restos de un minúsculo puesto de observación militar y al faro que en su momento fue tremendamente polémico en Ferrol, levantado con enorme demagogia por quien acabó siendo alcalde de la ciudad y la inhibición habitual de la Dirección Xeral de Patrimonio.

Una vez en el faro, los ojos se van hacia las islas Gabeiras. Es creencia popular que As Gabeiras son dos, cuando en realidad se trata de una sola a la cual hacen compañía numerosos arrecifes y peñascos varios. Momento para sentarse, contemplarlas y pensar en la única leyenda documentada: un puente de goma unía el castro con las islas. Insólito.

Lobadiz cierra por el sur una ensenada con mucho encanto. Dejando la primera casita a la izquierda —o sea, subiendo y rodeándola—, el camino conduce a la punta del norte. Otra panorámica, pero sin duda la mejor del castro. Casetas aparte, claro está.

APARCAMIENTO

43º30'13”N 8º19'00”W.

LA FOTO MÁS PERSONAL

Con As Gabeiras al fondo.

PARA NIÑOS

Si no abandonan el sendero no hay riesgo.

MAPA RECOMENDADO

Instituto Geográfico Nacional 6-IV.