Modelismo naval en el lago de A Malata

Jose Valencia FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

César Toimil

Las maquetas, dirigidas por autocontrol, imitan a barcos reales

26 sep 2023 . Actualizado a las 04:14 h.

Cada tercer domingo de mes un grupo de aficionados al modelismo naval por radiocontrol se reúnen el lago de A Malata para echar al mar sus embarcaciones, probar las mejores y charlar sobre su pasión. Sus maquetas son el reflejo a pequeña escala de barcos reales y cuentan con todo tipo de detalles, no solo navegan con un pequeño motor eléctrico, sino que por las chimeneas de los barcos sale humo, tienen luces, se mueven los radares e incluso los lanzamisiles o el cañón, si se trata de un barco de guerra. Incluso hay un submarino que es capaz de navegar bajo el agua, lo que parece increíble, sobre para hacerle llegar las órdenes por radio.

César Toimil

Román Murillo es el presidente del club Modelismo Naval por Radiocontrol, que agrupa a buena parte de los aficionados a este arte de la zona. «La mayoría de nosotros —indica— somos de Ferrol, aunque estamos abiertos a cualquier aficionado a la construcción de este tipo de embarcaciones. Muchos de nosotros somos o hemos sido de la Armada, otros es gente relacionada con la industria naval. Es una afición que tenemos todos y fundamos esta asociación para tener contacto entre nosotros, así como asistir o organizar eventos. Disfrutamos de la construcción de nuestros modelos y también cuando los hacemos navegar. También nos ayudamos mucho entre nosotros, tanto a la hora de comprar material como con las herramientas. Somos unas 25 personas».

Ver los barcos en funcionamiento resulta muy atractivo, de ahí que son invitados a hacer una exhibición de sus embarcaciones, tanto en el puerto de Ferrol como en Pontedeume o el lago de As Pontes. El modelismo naval incluye maquetas estáticas, en la que se busca la perfección, mientras en el modelismo por radiocontrol se busca más la funcionalidad, que todo se mueve y parezca lo más real posible.

Román explica que el modelismo naval existe en todos los países con tradición naval: «En Inglaterra o el Alemania —explica— hay una afición tremenda, su nivel técnico es increíble, con asociaciones con un montón de aficionados. En España también hay muchos aficionados, nosotros tratamos de dar a conocer nuestra pasión, aunque es incomparable a otros países».

César Toimil

Añade que hay que estar siempre encima de las embarcaciones: «No es solo tener la maqueta y un sistema de propulsión. A partir de ahí todo se complica con mecanismo auxiliares para que todo se mueva y parezca lo más real posible. Todos los modelos están basados en planos de barcos reales, no inventamos nada, todas las maquetas son de barcos que existen o han existido. Tienen sus planos y su documentación, lo que muchas veces requiere una enorme investigación. Podemos llegar a ser muy tiquismiquis con este tema», dice.

Destaca que todo es muy artesanal y que se aprende poco a poco: «Es como tocar la guitarra, empiezan con unos primeros compases y a partir de ahí vas perfeccionándote».

Cada tercer domingo de mes están allí, en el estanque de A Malata, con las puertas abiertas para aquellos que quieran venir con su modelo o a aprender el arte: «Con nosotros hay gente con conocimientos de maestría de taller, en electrónica contamos con José que es una fiera a la hora de diseñar o reparar circuitos. Compramos lo básico y a partir de ahí lo hacemos todo nosotros, incluso investigamos. Fracasamos muchas veces, quemamos y rompemos cosas. Proyectos básicos, lo convertimos en algo extraordinario. Es una afición cara, los modelos son muy caros, por eso, casi todo lo que tenemos lo fabricamos nosotros», indica.