Tres proyectos se exponen a sanciones diarias de entre 600 y 2.700 euros
11 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Sesenta céntimos por cada mil euros de contrato y día de retraso. Esa es la multa que el Concello de Ferrol contempla para los casos de obras municipales que no acaben en plazo. De primeras, no abulta mucho. Pero si se toma en cuenta el presupuesto millonario de las actuaciones sobre las que planean estas sanciones, el desembolso es importante. Y va desde los 600 a los 2.700 euros diarios. El gobierno local ha decidido emprender la vía de la multa para combatir los aplazamientos del final de actuaciones en desarrollo en la ciudad. Y anuncia que echará mano de esta medida, inusual en la casa consistorial ferrolana, para intentar frenar la cascada de demoras. El procedimiento, recogido en la ley de contratos del sector público y en los pliegos de cláusulas administrativas que rigen cada contrato, se denomina imposición de penalidades. Y son tres los proyectos ferrolanos sobre los que se cierne.
El ejecutivo de Rey Varela anunciaba esta semana que impondrá sanciones por la rehabilitación de la envolvente del edificio de Recimil de los números 23, 24 y 25 de la plaza de España. La actuación para renovar fachadas y cubierta se financió con los fondos Edusi y el 30 de enero era su sexta fecha límite de finalización tras cinco ampliaciones del plazo. La empresa adjudicataria, Proyecon Galicia, había pedido otra prórroga, que el Concello ignoró, levantando al día siguiente un acta de recepción negativa, apuntando los aspectos a subsanar fijando una nueva fecha tope: el 29 de este mes. Y anunciaba en comisión la imposición de penalidades.
De seis meses a diecisiete
La obra fue adjudicada inicialmente por 1.304.473 euros, que un modificado encareció en 195.103 más, hasta rozar el millón y medio. Los seis meses de obra van por el decimoséptimo, después de estar paralizada un trimestre y las sucesivas prórrogas, que tuvieron en las condiciones meteorológicas y la necesidad de un mayor refuerzo de las terrazas traseras sus principales motivaciones. Aplicando la fórmula al presupuesto total, la multa diaria en este caso ascendería a 899 euros -casi 27.000 por mes-, aunque por el momento no se ha incoado el expediente necesario.
«El gobierno tiene claro que las obras hay que saber cuándo empiezan y cuándo acaban», apuntan fuentes del equipo del alcalde, José Manuel Rey Varela. «Llevamos muchos años sufriendo obras interminables con distintos modificados y distintas ampliaciones de plazo. En el caso de plaza de España llevaba cinco prórrogas y solicitaban una sexta», argumentan.
No es el primer caso. En noviembre, la Xunta de Goberno Local aprobaba abrir un expediente de penalidades por la reforma de la plaza del mercado, que incluyó el derribo de la nave provisional, y que todavía no ha terminado. Los seis meses de ejecución se cumplían a mediados de noviembre, pero no se logró. Y la adjudicataria pidió prórroga. El gobierno local la concedió —hasta el 16 de febrero, según la información trasladada, aunque en el acta de la sesión se recoge el 29 de marzo—, pero incoando al tiempo el expediente para poder sancionar a la contratista, Prace, por incumplimiento del plazo. La dirección de obra aportó el informe a finales de enero proponiendo penalidades, al igual que el responsable municipal del contrato. Y ambos documentos están en manos de la unidad de Contratación desde principios de este mes.
Con un presupuesto total de 1.014.586 euros —880.880 de la adjudicación inicial más los 133.706 de un modificado por los diferentes cambios introducidos, entre ellos la colocación de un nuevo ascensor— la multa por día sería de 608 euros, y superaría los 20.000 al mes.
La terna de proyectos susceptibles de ser sancionados en la actualidad se completa con la reurbanización de la calle de la Iglesia. La concejala de Urbanismo, Blanca García, aseguraba en la última comisión de su área que si la obra no está concluida el día 20, habrá penalidades. Y no lo estará. La adjudicataria, la unión temporal de empresas (ute) Igrexa, formada por Civis Global y Prosema, solicitaba una prórroga, de la que no ha trascendido su duración ni sus motivos, que el gobierno local ya avanza que no concederá. Por el momento es solo una advertencia, ya que no consta propuesta oficial alguna en este sentido, y el contrato está todavía dentro del plazo de ejecución. Pero a la obra le resta todavía por completar dos manzanas y varias intersecciones, algo aparentemente inviable en una semana, pese al arreón que se le está imprimiendo a la actuación.
La calle de la Iglesia también tuvo su modificado, y su polémica política aparejada. Pero el actual gobierno local aseguró que estaría completada en febrero, dos meses después del plazo previsto. Con 4,5 millones de euros de presupuesto, la multa ascendería en este caso a 2.700 euros diarios: retrasarse un mes supondría 81.000.