Tú lo sabes, yo lo sé, tu madre era punk, la mía era yeyé: así vestían nuestros abuelos de Ferrol y Narón para ser los más elegantes
FERROL CIUDAD
Lista con los nombres de todas las tiendas donde compraban los ferrolterranos en el siglo XX, desde Simeón a las sastrerías hasta llegar a Betty
07 abr 2024 . Actualizado a las 18:08 h.Todos te miran al pasar, porque no se puede molar más. Así caminaban nuestras madres, abuelas, padres y abuelos por las calles de Ferrol, la carretera de Castilla, los bailes de Xuvia, la sala Perla, las romerías de San Sadurniño. Del traje de chaqueta a la cazadora de pana, del floreado vestido yeyé a los pantalones de campana, entre cuadritos vichy y faldas de vuelo. Tan pobres, tan elegantes. Con la única inspiración de plazas, fiestas, películas y portadas de discos. En un mundo sin redes sociales pero con almacenes, tiendas y sastres míticos como los que aparecen en el siguiente listado: desde Simeón a las sastrerías de Bouzarredonda, pasando por Betty y Paradigma.
En los años dorados de los grandes almacenes, de los 50 a los 70, los de Ferrol combinaban la venta de prendas confeccionadas con las telas. De toda la comarca llegaban buses para comprar en Rafael y Vicente (el más lujoso), almacenes Simeón (donde después se instaló uno de los primeros Zara de Galicia y siempre punto de quedada en la plaza de Armas), Díaz Barcia, Olmedo, Taca especializado en telas, La Época, Caballo, Almacenes Orense o Pedregal. El que más resistió el paso del tiempo fue Ola, hasta solo vender ropa de casa en la plaza de España y finalmente cerrar.
Mención aparte merecen Rafael y Vicente, almacenes impulsados por los hermanos Rafael y Vicente Álvarez Castelo en 1913 en la calle Magdalena. En sus carteles se leía «Todo Nuevo», para desmarcarse de la segunda mano en aquel naciente siglo XX. Ya en Narón, en O Alto triunfaban confecciones Tucho y en Xuvia se sucedía una larga lista de nombres: zapatería La Noyesa, sastrería de José Moré, mercería de Constante Gil, tienda El Escondite, zapatería La Única.
Toda aquella hermosura se desplegaba en bailes como los de la propia fábrica textil. Como indica el cronista Fernando Masafret, «Xuvia era el mejor plató cinematográfico para las mejores galas». Y en sus fotos recopiladas en la página de Facebook Fotos Antiguas de la Fábrica de Jubia y sus Alrededores, además de en los libros que él ha coordinado y que ahora se ampliarán con un tercer volumen llamado Narón y Xuvia en el alma, reluce aquella pasión por la moda.
Triunfaban entre las familias de los trabajadores del naval los economatos de Bazán y Astano. Desde A Mourela llegaba un carro de caballos de O Paneiro con telas hasta Naraío. En Bouzarredonda (Neda) imperaban los sastres como los hermanos Piñeiro, en San Sadurniño Torina. Todo para que nuestros padres viviesen con la humildísima elegancia de los que besaban el pan duro antes de tirarlo a la basura.
La moda caminaría por el siglo XX con otros clásicos ya más ochenteros como Denisa, Unicen, Casás para niños o Rufo. Otro concepto de grandes almacenes o hipermercados llegaría con Simago o Alcampo, que lo revolucionarían todo. Y la democratización absoluta del low cost se implantaría a partir de los 90, consolidada plenamente en el siglo XXI con la entrada del imperio Inditex (ahora también desaparecido de la ciudad).
Pero para la posteridad aún quedan iconos del territorio vaquero como Betty en los 90, o incluso Paradigma donde se vestían las dosmileras antes de salir por Zebra. Y siempre a la moda. Porque tú lo sabes, yo lo sé, tu madre era punk, la mía era yeyé.