Piden dos años de cárcel por morder al agente que lo detuvo tras atacarle con un machete en el barrio del Inferniño

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Imagen de una de las pistolas eléctricas marca taser de la policía local
Imagen de una de las pistolas eléctricas marca taser de la policía local JOSE PARDO

El detenido estaba fuera de sí e incluso se encerró en una estancia desde la que rompió cristales del piso de Ferrol donde lo redujeron

05 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay nombres y direcciones de la ciudad que los agentes de la policía conocen bien porque casi siempre son sinónimo de conflicto. Poco antes de las dos de la tarde del 19 de noviembre del 2023 sonó por la radiopatrulla un aviso en uno de estos lugares: una vivienda del barrio del Inferniño, en Ferrol. La patrulla salió prevenida y, aun así, uno de los agentes terminó con una mordedura humana y a punto estuvo sufrir cortes de arma blanca. El juicio por esta agresión está fijado para esta semana en el Penal 2 de Ferrol y el encausado se enfrenta a dos años de cárcel por un delito de atentado.

Los dos agentes se encontraron al acusado en pleno ataque de ira y blandiendo un machete con el que destrozaba todo lo que se le ponía por delante. La situación llegó a ser tan complicada como para obligarles a disparar la pistola eléctrica para inmovilizarlo, pero no hubo manera. El escrito del fiscal recoge que «al llegar los agentes encuentran al encausado portando un machete de grandes dimensiones, moviéndolo y golpeando con él objetos del domicilio, por lo que le requieren para que ldeje el machete, no haciendo caso. Entonces, el encausado se dirige hacia los agentes con el machete y a 1,5 metros de distancia hacen uso de los dispositivos taser, sin lograr inmovilizarlo —detalla la documentación del caso—. Después el encausado cerró con fuerza la puerta de una habitación, rompiéndose el cristal de la puerta, y la bloquea desde dentro».

A pesar de toda esta violencia los cuatro agentes que estaban en la casa lograron adentrarse en la estancia y reducir al hombre, que seguía fuera de sí y al que conocían de otros altercados. Lo consiguieron, pero uno de los policías se llevó la peor parte porque sufrió un mordisco. De hecho, tuvo que recibir un tratamiento y durante siete días estuvo convaleciente por una herida que implicó fármacos como antibióticos, entre otras curas.

Desprecio

Ni siquiera cuando ya estaba esposado el agresor redujo su furia. De hecho, el informe policial destaca que el «encausado actuó con manifiesto despreció a su autoridad y siendo conocedor de la condición y cualidad de agentes de la autoridad de los funcionarios policiales actuantes». La Fiscalía considera que se trata de un delito de atentado contra los agentes de la autoridad y pide una pena de dos años de prisión, además de una indemnización de 245 euros para el policía que resultó herido y que no llegó a denunciar un ataque en el que, tanto él como sus tres compañeros, tuvieron que zafarse del machete varias veces.

Una intervención complicada con pistola eléctrica

La intervención policial que llega a juicio esta semana en el Penal 2 de Ferrol fue muy peligrosa. Precisamente por eso los policías tuvieron que llevar y hacer uso de una pistola eléctrica, algo que se reserva para estas situaciones complicadas. Sin embargo, no les ayudó a inmovilizar a una persona con historial violento que no se rindió ni siquiera cuando ya estaba esposado camino del calabozo.

Intentaron zafarse de las cuchilladas disparando una taser a un metro y medio, sin éxito

La policía local de Ferrol fue una de los primeros cuerpos de Galicia en incorporar el último modelo de la pistola eléctrica, de marca taser. En el complicado arresto que quedará visto para sentencia llegaron a usarla a metro y medio de la persona que querían inmovilizar, pero no surtió efecto.

Eso sí, esta arma disuasoria tiene una ventaja: cuenta con una cámara que el agente lleva colgada en el pecho y que no solo graba la escena que tiene enfrente, sino en panorámica e incluso se conectan con las de otros policías que forman parte del operativo. En Ferrol hay una por cada turno tanto para la Policía Nacional como local y los usuarios han tenido que realizar un curso especial para conocer todos los secretos de esta arma que pretende realizar arrestos con la mínima violencia posible.

La taser dispara dos pequeños dardos que se clavan como si fueran anzuelos y provocan la inmovilización mediante la transmisión de pulsos eléctricos de alto voltaje y bajo amperaje, pero solo funciona desde muy cerca.