Pesar en Monfero por la muerte del betanceiro fallecido en Virginia en un accidente de avión: «Foi un shock para todo o mundo»

A. F. C. MONFERO / LA VOZ

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Imagen de Alfredo José Díez, piloto y empresario originario de Betanzos fallecido en el accidente de su avión en Virginia, Estados Unidos
Imagen de Alfredo José Díez, piloto y empresario originario de Betanzos fallecido en el accidente de su avión en Virginia, Estados Unidos Lucia Ruiz Alarcon

La madre lleva más de veinte años dando clase en CEIP Virxe da Cela y la hermana montó un negocio de turismo rural en Xestoso en 2020

12 mar 2024 . Actualizado a las 12:26 h.

«Foi un shock para todo o mundo», comentaba esta mañana Camino Pereiro González, directora del CEIP Virxe da Cela. Carmen Seoane, la madre del empresario de Betanzos que falleció en un acción de avión en Estados Unidos, junto a su mujer y su hijo, lleva más de dos décadas de maestra en el colegio de Monfero. Durante diez años fue directora, hasta que tomó el relevo la actual responsable del centro.

La hermana del fallecido, Miriam, dejó su trabajo de consultora en Madrid para emprender un negocio de turismo rural en Xestoso, en Monfero, justo antes de la pandemia, a principios de 2020, y a mediados de ese año abrió Casas do campo, como se denomina el establecimiento. «A nai vive en Betanzos, pero apoia á filla [en el establecimiento], e aquí considerámola como unha persoa máis do pobo», señala Pereiro, conmocionada por la noticia, igual que el resto del profesorado y las familias. «Onte foi cando se soubo, e hoxe vanse enterar os nenos, claro».

«Foi horrible, non damos crédito, é unha familia querida, respectada e valorada, é parte da comunidade. todo o mundo o sinte, as familias, o profesorado... Carmen veu medrar aos nenos, xa lles deu clase aos pais dalgúns dos que están agora», abunda la directora del CEIP, que también ha recibido un mensaje de condolencia de la Xefatura Territorial de la Consellería de Educación.

La madre y la hermana de Alfredo José Díez se encontraban esta mañana en el aeropuerto de Madrid, esperando un avión para volar a Estados Unidos y tramitar la repatriación de los cadáveres. Miriam había regresado hace poco de visitar a su hermano y Carmen también solía viajar al sur de Florida, donde vivían su hijo, su nuera y su nieto. «Cada vez que ía, ao volver contábanos como ía medrando o netiño... era coma se os coñecésemos, aínda que ao fillo aquí nunca o víramos», señala Pereiro.

En el bar Caracas, de Xestoso, situado cerca del negocio de turismo rural de la hermana de Alfredo José, no hablan de otra cosa desde que ayer trascendió el siniestro. «Ao que morreu non o coñecía, á irmá si. E a nai deulles clase a moitos rapaces, e aínda seguía... é unha pena, pero é o que hai. Todo o mundo está wasapeando sobre isto, é terrible», lamenta María, detrás de la barra del local.