El barrio pasó de ser una zona eminentemente rural a convertirse en el núcleo administrativo
11 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Era todo terrenos y campos, como si estuvieras en plena zona rural. Lo ves ahora como está todo y era impensable», recuerda la naronesa Matilde. Aunque ahora parece raro separar del barrio de O Alto todos los servicios y dependencias administrativas que lo han llevado a convertirse en el centro neurálgico de la octava ciudad de Galicia, esta transformación comenzó hace tan solo dos décadas.
Fue entonces cuando se dio un impulso al proyecto para construir una plaza pública que posteriormente se convertiría en la plaza de Galicia y el centro comercial de O Alto. Se proyectaba un complejo de 21.000 metros cuadrados con un gran hipermercado, mini salas de cine, galerías comerciales y aparcamiento para 250 vehículos. Esta importante área comercial acabó retrasándose más años de lo previsto, y abrió sus puertas en julio de 1999.
Este centro comercial se ha convertido en un motor para el desarrollo de este barrio. «No nos podemos quejar de como está funcionando. Hemos tenido incluso más visitas que años anteriores. El año pasado pasaron por aquí más de un millón de personas», destaca la gerente del área, Nuria Huete. Como vecina de Narón, apenas recuerda cómo era la zona hace dos décadas. «Yo tenía once años, no me acuerdo de mucho pero sí de que todo esto era campo y había cuatro casas», rememora.
El centro cuenta actualmente con 28 locales ocupados de los 32 en total y todo tipo de oferta, desde supermercado, establecimientos hosteleros, tiendas de ropa y complementos o farmacia. Además, ha buscado dar un paso más allá con actividades culturales y de ocio. Estos días alberga la exposición de Julia Pita y el último sábado de mes acogerá un taller infantil con motivo del día de la madre.
«Será el emblema de Narón»
El alcalde de entonces, Xoán Gato, recordó durante la inauguración de la plaza que la idea de construirla nació ya en el año 1990 cuando el Ayuntamiento decidió comprar los terrenos por 125 millones (750.000 euros). «Se convertirá en el emblema del Narón moderno, que es motor industrial de la comarca», auguró el exregidor. Se inauguró apenas dos meses antes del centro comercial, con una extensión de 7.000 metros cuadrados, y su función fue esencial para este desarrollo de O Alto como núcleo, ya que acabaría conectando el centro de salud (abierto en 1995), la Casa da Cultura, el futuro nuevo ayuntamiento, el auditorio, el centro comercial y todo el bum de nuevas viviendas del entorno.
El gran colofón a este desarrollo lo puso la nueva casa consistorial, que cumplirá 15 años en el mes de mayo. Proyecto del arquitecto municipal Manuel Villar, sirvió para centralizar la administración, que hasta entonces se encontraba dispersa. Dispone de una superficie de 6.600 metros cuadrados y costó entonces 574 millones de las antiguas pesetas. Sigue siendo uno de los edificios más modernos de Narón y cuenta con vistas privilegiadas desde el mirador ubicado en lo alto del edificio, una zona que inicialmente fue construida con la pretensión de acoger en la azotea un helipuerto, para dar servicio también al centro de salud situado en las inmediaciones.
Y la rueda de este desarrollo no para, con grandes retos de futuro para el barrio. «Es indispensable el nuevo centro de salud, que se planee ya con servicios necesarios como aparcamiento, no como el de ahora, y que se mejore la frecuencia de autobuses. No puede ser que en el centro de Narón tengas que esperar veinte minutos por un autobús», reclama el presidente de la asociación de vecinos de O Alto, Paulino García.