El alcalde se reunió con la asociación vecinal y el Anpa para apaciguar la polémica
23 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La reunión mantenida ayer por representantes del gobierno municipal de Narón, la asociación de vecinos Altea de Xuvia y el Anpa del colegio Ponte de Xuvia sirvió para apaciguar un poco la polémica surgida en la zona a raíz del proyecto de reforma de la plaza del centro, que contempla su humanización y ampliación eliminando las plazas de aparcamiento. El presidente de la entidad vecinal, Ramón Rodríguez, destacó que, al menos, el alcalde, José Manuel Blanco, garantizó una de las demandas; que en el caso de prosperar la medida, el aparcamiento disuasorio que se prevé habilitar al otro lado de la carretera de Castilla -en un terreno del que el Concello solo posee una parte- será definitivo. «Queríamos garantías, ya tienen un presupuesto para la obra y nos han dicho que en un futuro, si se hiciese ahí una urbanización, se haría un aparcamiento subterráneo», indicó. También acercaron posturas al conocer que al lado de la vía que se habilitará para entrada a los garajes, habrá algún espacio de carga y descarga para los comercios de la calle. Acordaron esperar al informe de Patrimonio, que debe dar el visto bueno, o no, al proyecto, antes de reunirse de nuevo con los vecinos para analizar la situación.
Aún así, las partes, vecinos y Concello, siguen enfrentados ya que los representantes de los residentes del entorno mantienen la demanda inicial, que se haga la reforma de la plaza pero que no se modifique esa calle y esos aparcamientos. De hecho, residentes en la zona están indignados al no autorizárseles intervenir en el pleno de final de mes a pesar de haberlo solicitado por registro como se les había indicado. Por ello, han enviado un escrito a los grupos en la oposición para intentar que sean ellos quienes lean un escrito dirigido al gobierno municipal con su postura, y prevén acudir aún así como público.
Estacionados en un lateral del recinto
Los vecinos sacaron fotos este domingo a varios coches aparcados en uno de los laterales de la propia plaza. «Esto demuestra la falta de aparcamiento que hay, un fin de semana entre la gente que viene a pasear, la gente que viene al Urimari y los vecinos, no hay sitio para aparcar y aún encima lo quieren quitar», criticó uno de los residentes en la zona.