Cuando la tragedia del tranvía conmocionó a Xuvia: «El revisor muerto, todo el mundo llorando»
NARÓN
El cronista Fernando Masafret rescata este accidente mortal en la ría de Ferrol
08 dic 2025 . Actualizado a las 16:13 h.El mundo se detuvo el 28 de noviembre de 1950 en Xuvia, cuando descarriló el tranvía al cruzar el puente entre Narón y Neda. Como recuerda hoy el cronista Fernando Masafret, «todos los que allí estaban dejaron de ser desconocidos para convertirse en parte de la misma historia, muchos años después los mayores recordarían qué hacían ellos en aquel instante: Manuel y su cuerda nueva que nunca usó para el carro, la empanada que rodó por el suelo y la vaca que se quedó como una estatua en medio de la carretera». Murió el revisor Francisco Rey aunque la tragedia pudo ser incluso mayor.
Todos esos instantes aparecen en las fotografías que acompañan a este reportaje, «donde el accidente queda en un segundo plano y el protagonismo lo toman las personas que aparecen en el día de feria en Albarón: el paso del feriante con la cuerda al hombro tras la venta del día, los que regresaron sin vender, o el niño que estaba más atento al fotógrafo que al acontecimiento».
Testigo de los hechos, Carmen Alvariño recordaba que «pudo haber sido una catástrofe mayor si el remolque no se hubiera soltado del tranvía, habrían caído al río los dos vagones». Ese día su tía Adela y su prima iban de compras a Ferrol, «y necesitaban un bolso grande así que me lo mandaron ir a buscar a casa de Chicha, como no lo encontramos me marché y al salir de casa el suelo temblaba con un ruido extraño». Vio que el tranvía se escoraba a la derecha y chocaba contra el pretil, «el remolque siguió por los raíles y las mujeres de la feria intentaban desesperadamente saltar por las ventanas». Carmen avistó al conductor tirado entre las piedras, «con la cara amarilla y sangre pero estaba vivo; murió Paquito el revisor, tras conseguir empujar y salvar a un usuario que intentaba subirse al tranvía en marcha porque no se daba cuenta del accidente».
Con «el revisor muerto y todo el mundo llorando», Carmen también recordaba que «gracias al bolso que se hizo el remolón mi tía y su prima no se subieron al tranvía». El segundo testimonio es del conductor Aquilino Soto Campos, de San Sadurniño, rescatado por su nieta Teresa Frieiro: «Estaba muy nervioso con la manivela del motor en la mano, dijo que el tranvía venía sobrecargado por la feria y que las ruedas patinaron porque llovía, el tranvía se cayó al río, una piedra golpeó al revisor Paquito en la cabeza y se murió».