Motero de 80 años, homenajeado por el Moto Club Cherokee, el más antiguo de Jerez de la Frontera

A. F. C. NARÓN / LA VOZ

NEDA

A Rodríguez Silverio le apasionan las motos y también le gusta viajar y cuidar de sus nietos

18 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A Rodríguez Silverio le apasionan las motos: «He tenido muchas». Ahora conduce una Yamaha Drag Star y hace poco recibió un homenaje en Jerez de la Frontera. Y es que, reconoce, «no hay muchos moteros en España con 80 años». También le gusta salir a pescar con caña: «Fui al río muchos años y el miércoles aún estuve en el puente de Neda, justo por detrás del monasterio, pero no cogí nada». Parte del tiempo lo dedica a sus hijos y, sobre todo, a sus diez nietos.

Y siempre que puede, viaja, con su mujer. «Acabamos de venir del Puerto de Santa María, donde tengo un hermano, hemos estado varias veces en Estados Unidos... Tenemos una vida activa, mientras te va respetando la salud es importante», sostiene, como fórmula para mantenerse en forma.

En 1952 entró de aprendiz de soldador en Bazán y en 1971 se incorporó a Astano, «cuando se hizo la botadura del Arteaga [el superpetrolero de 325.000 toneladas]», rememora. Accedió al departamento de garantía de calidad, del que, «tras mucho estudiar», acabó siendo inspector. Fue su profesión hasta el retiro -«andando por el mundo adelante, revisando todos los proyectos que se hacían en Cádiz, Santander...»-, aunque cuenta que su jefe le reiteraba que lo suyo eran las relaciones públicas. Simpatía y humor no ha perdido, ni un ápice, desde entonces.