La comarca dice hasta nunca al año de las inundaciones

I. F. FERROL

NEDA

JOSE PARDO

Neda y Cabanas se anegaron, volvieron las retenciones a la ponte de Pedra y los dueños de las Fragas siguen movilizándose

31 dic 2024 . Actualizado a las 16:17 h.

El año arrancó en la comarca con las consecuencias, aún frescas, de las riadas de Neda, con los afectados exigiendo soluciones para evitar que se repitieran. El temor persiguió a los vecinos en cada aviso de temporal —en octubre la borrasca Kirk volvió a desatar todas las alarmas—, y el año acaba con algo más de esperanza. Augas de Galicia inició a mediados de diciembre los trabajos de conservación y mantenimiento en un tramo del río Belelle con alto riesgo de desbordarse. La dana, la noche del 29 de octubre, reavivó la preocupación en Neda. La comarca entera se volcó para ayudar a los damnificados de la trágica riada que arrasó varios municipios de Valencia y Albacete, con recogida de alimentos o material de limpieza. Y hubo quien se echó a la carretera para colaborar en la retirada de lodo de garajes, bajos y calles, como Armando Díaz y Francisco Moreno, vecinos de San Fiz, en Mañón, que partieron cargados de ayuda y energía y regresaron impresionados por la magnitud del drama. Cabanas también sufrió las lluvias del final del invierno (cuyo efecto se agravó por las obras de mejora de la red de saneamiento), y el pinar, las calles y las viviendas próximas se transformaron en una pequeña Venecia.

En marzo, cientos de personas revivieron los históricos atascos de la ponte de Pedra, de Pontedeume a Cabanas, por el inicio de los trabajos previos a las obras de ampliación y refuerzo de esta estructura. Muchos no recordaban retenciones de más de una hora desde hacía 25 años, antes de la autopista. En diciembre volvieron los problemas, algo mitigados. Este puente ha sido testigo, todo el año, de la movilización de las asociaciones de propietarios de las Fragas do Eume, que llevan veinte meses, desde la aprobación del plan rector, exigiendo a la Xunta «compensaciones justas» por las restricciones de uso de sus fincas. Tras otro verano de abarrote, se reavivó el debate sobre la eventual implantación de una tasa turística. A la par, en la costa se han disparado los precios de la vivienda, y la oferta para alquileres de todo el año se ha reducido, en parte por los inmuebles de uso turístico. En el plano político, en octubre volvió a sonar la posible moción de censura de Mugardos, paralizada de momento.