Del clarinete a la batuta

J. C. M. ORTIGUEIRA/ LA VOZ

ORTIGUEIRA

cedida

El ortigueirés Iván Martínez Sabio puso en marcha hace cinco años la Banda Filarmónica de Lugo

27 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

No es lo habitual, pero a veces, una actividad extraescolar se transforma con los años en medio de vida. Le ocurrió a Iván Martínez Sabio, un ortigueirés de la cosecha del 1981, que ha hecho de la música su particular proyecto profesional y vital, y que ahora compagina su labor como profesor de clarinete en el conservatorio de la ciudad de las murallas con una exitosa iniciativa personal, ya consolidada, la Banda Filarmónica de Lugo.

«Todo vino rodado, sin pensar», explica mientras recuerda que, con apenas cinco años, asistía en Ortigueira a una academia de música y piano, la de Maruxa Lema, -«porque era divertido y, sobre todo, porque estaba cerca del trabajo de mi madre»- y su entrada posterior, junto a sus primos, en la banda local, un mundo que, en aquel momento, no le atraía pero que, con el tiempo, acabaría atrapándolo.

«Había que elegir instrumento. Y creo recordar que opté por el oboe, pero había demasiados. Así que al poco tiempo me compraron mi primer clarinete y tres o cuatro meses después, durante las fiestas de la Magdalena, empecé a tocar... imagínate lo bien que sonaría», anota irónico. Sin embrago, no tardaría en cogerle el gustillo, y pronto empezarían los recorridos al conservatorio viveirense.

«Nací y crecí musicalmente en el ambiente de las bandas. Siempre ligado a la de Ortigueira, que llegó a presidir, pero también a la de Ferrol. Por eso, al poco de empezar como profesor en el conservatorio de Lugo sentí que había una carencia en este aspecto. Planteé como actividad la puesta en marcha de una banda infantil y funcionó muy bien». Dio en ese momento el «paso natural» de empezar a dirigir. Y sin proponérselo, fue la antesala de lo que estaría por llegar.

«Había un runrún, de que se necesitaba en la ciudad una banda para que los chavales pudieran salir y mostrar lo que aprendían en el conservatorio y hablé con los directivos de la Sociedad Filarmónica de Lugo, que lleva décadas organizado conciertos, para que nos respaldara. Y aunque no creían demasiado en el proyecto, aceptaron», relata. Así, a finales de noviembre del 2013 tenía lugar en el concierto debut de la Banda Filarmónica de Lugo.

Aniversario

La agrupación, integrada inicialmente por la cantera del conservatorio y otros músicos de la ciudad, celebraba a principios de este mes su quinto aniversario durante un concierto especial y hoy, los 70 músicos de la banda, están ya volcados en los ensayos de su próxima cita: el espectáculo de Año Nuevo, en el auditorio de Lugo, previsto para el 2 de enero.

«Esta banda me ha permitido desarrollar proyectos musicales que me gustan y que le gustan a mucha gente. Es muy versátil, puedes utilizar toda la banda o solo una parte. Hacer desde música de lo más popular -pasodobles, jotas- hasta música sinfónica de lo más elaborada. Musicalmente es lo más interesante que he hecho», concluye.

Versión infantil

Aunque el proyecto no ha dejado de crecer. Y desde hace un año, la Filarmónica cuenta con su propia banda infantil, también dirigida por el propio Iván Martínez, quien subraya lo gratificante de la experiencia: «La ilusión y motivación de los niños es de 100 sobre 100. Les sobran ganas y energía... los puedes llevar a una guerra y te siguen y ver cómo, a base de trabajo, sacan adelante piezas que les cuesta, es un orgullo, aunque a veces toque ejercer de sargento». Un reto permanente que habla de la pasión de este ortigueirés que asegura: «Nunca me planteé que esto sería mi vida».

Banda Filarmónica de Lugo. El pasado 1 de diciembre la agrupación celebraba con un concierto su primer lustro.

Banda infantil. Tras casi cuatro años de trayectoria, la Filarmónica se dotó de una versión infantil, llamada a convertirse en su cantera.