Adrián y Yolanda Hermida, hermanos de sangre y kayak polo

VALDOVIÑO

JOSÉ PARDO

Solo se llevan 19 meses, juegan en el Copacabana, son porteros y han destacado con la selección en el Europeo

10 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando en enero del 2009 empezó a entrenar en A Malata, pensó que no iba a durar nada. «Menuda m...», se dijo. No conseguía ir recto con la piragua, hacía bastante frío..., todo eran problemas en un deporte, el kayak polo, al que Martín Franco se había encargado de arrastrarlos a él y a otro amigo suyo. «¡Pero menos mal que aguanté!», dice ahora Adrián Hermida Gómez (Valdoviño, 22 años), unos días después de proclamarse campeón de Europa. Y no es el único de su casa que en ese 2009 probó la disciplina, porque su hermana pequeña, 19 meses menor que él, se apuntó en verano. «Al principio veníamos a echar la pachanga y a reírnos un rato con los mayores, pero ahora ya es todo más serio», cuenta Yolanda Hermida (Valdoviño, 20 años), que fue sexta con el equipo sub-21 en el mismo Europeo.

Además de compartir sangre, los hermanos Hermida también comparten posición en el agua: ambos son porteros. Adrián, de hecho, es el único guardameta que fue convocado para la selección y fue protagonista durante todo el torneo continental, en el que consiguió su tercera medalla internacional tras los bronces en el Mundial y los World Games. «Jugar al kayak polo es una de las mejores decisiones que tomé en mi vida. Quiero seguir practicándolo hasta que el cuerpo aguante», subraya el del Copacabana, que al igual que Yolanda no se ha movido del club ferrolano. «Las experiencias que me ha dado este deporte no las cambio por nada. No pienso dejarlo», añade ella. Tanto uno como otro son valorados en el equipo nacional, pero ambos concuerdan en que su actuación en el Europeo fue «mejorable». «Hay que ser exigentes, para llegar a ese nivel es necesario», asevera Yolanda.

«Jugar al kayak polo es una de las mejores decisiones que tomé en mi vida»

¿Cuál es su función? La portería está suspendida dos metros por encima del agua, así que como cualquier guardameta tratan de que los balones rivales no toquen la red. Para ello, se colocan justo debajo, ponen la pala en vertical y los golpean. «Al ser el único en esa posición en el Europeo, algo tendrían que sacarme», bromea Adrián, que opina que «económicamente, no compensa, pero al resto de niveles, sí».

Aunque muchos les siguen preguntando «qué es eso del kayak polo», sus amigos y familiares ya se han hecho al deporte, y «lo viven bastante», aseguran. En casa, está claro, no lo practican, pero si se pasan el día comentando «aventurillas» de los torneos, como no podía ser de otra manera.

Del arraigo de este deporte a Ferrol tiene toda la culpa el Copacabana, fundado en el 1982, que además del los de los Hermida, también conquista otros muchos éxitos. Los valdoviñeses, admirados en su municipio y en A Malata, son los diamantes de la entidad. «El año que viene espero estar otra vez en la selección y colgarme más medallas», concluye el flamante campeón de Europa.